¿Qué es la Fundación Bizitzen?
Es una entidad sin ánimo de lucro, una fundación, que nació en el año 2000 de la mano del Grupo Sartu, una entidad del Tercer Sector con presencia en Euskadi.
Bizitzen tiene dos fines: proporcionar bienestar y calidad de vida a las personas mayores de su entorno e intentar facilitar la inserción laboral a personas en situación de vulnerabilidad.
¿Cómo lo hacen?
Estas dos líneas nos han llevado al cuidado para hacer la inserción laboral, por ejemplo. Hemos impulsado distintas actividades en la entidad. Gestionamos distintos recursos para personas con discapacidad o dependencia, como servicios de atención psicosocial en residencias y centros de día. También gestionamos servicios de ayuda a domicilio en distintos ayuntamientos, y es ahí donde intentamos dar itinerarios de incorporación sociolaboral a mujeres en situación de riesgo.
Por otro lado, estos servicios nos llevaron a empezar a trabajar con las familias de las personas con dependencia, porque antes habíamos empezado a trabajar con personas no institucionalizadas. Hacíamos fomento de la autonomía o promoción de hábitos saludables con enfoque preventivo para retrasar el ingreso en un recurso de mayor intensidad. Ahí vimos que podíamos trabajar también con las familias a nivel local, municipal o, durante la pandemia, a nivel de Vizcaya. Y ahora estamos ya en todo Euskadi.
¿Qué ofrecen a las familias?
Tenemos programas que buscan hacer una acogida y acompañamiento a las familias que inician un proceso de dependencia de algún familiar y están un poco perdidas, porque son momentos duros, con diagnósticos difíciles. Les asesoramos, informamos y formamos, y también tenemos apoyo psicológico especializado para familias cuidadoras.
¿Qué es el programa Zaintel?
En la pandemia hacíamos un apoyo psicológico también por teléfono, y, después, a nivel Euskadi, hemos impulsado el programa Zaintel, un programa del Gobierno Vasco que gestionamos nosotras, cuyo objetivo es intentar dar una acogida igualitaria en las tres provincias vascas. Es un teléfono gratuito, el 900 100 356, donde se hace una primera acogida, se da información y asesoramiento, e incluso se les dan consejos formativos relacionados con el cuidado.
Las atenciones, que también se hacen por WhatsApp, email y redes sociales, las hacen personas especializadas en apoyo psicológico para personas cuidadoras, de manera que quien tiene preocupaciones, dudas o problemas pueden obtener información de acompañamiento con un enfoque específico. Es escucha activa y apoyo psicológico especializado en procesos de cuidado.
¿Cómo era el perfil de quienes recurrían a estos servicios de la Fundación Bizitzen?
El 90 % de las personas usuarias son mujeres, por lo que veíamos una necesidad de trabajar con ellas. La media de edad era bastante alta, así que hemos abierto otra línea de actividad para trabajar con las personas mayores en un punto de empoderamiento y acompañamiento. Son diferentes programas específicos para mujeres mayores.
Además, todo esto nos ha llevado a otra línea de actuación donde trabajamos la gestión del conocimiento en relación con el cuidado. Hacemos mucha investigación sobre el cuidado familiar, aunque también el institucional o formal.
Por último, vimos que había necesidad de abrir servicios privados para dar cabida a más gente que no siempre podía entrar por la pública, ya que todo lo que ofrecemos es siempre gratuito. Se llama Memoriagune, un servicio para fomentar la psicoestimulación de personas mayores. Lo hacemos en nuestra sede de Durango, y está funcionando muy bien.
Con las mujeres con las que trabajamos veíamos que era muy frecuente que tuvieran cuadros ansioso-depresivos, un malestar emocional que trabajamos desde hace muchos años. Hemos abierto una consulta de psicología con precios más asequibles, y estamos especializadas en trabajar con mujeres cuidadoras.