En Grupo 5. asumimos la relevante misión de “mejorar la vida de personas en situación de vulnerabilidad y su entorno a través de una atención profesional, centrada en la persona, sostenible y de calidad”. Para lograrlo integramos la atención centrada en la persona, mejorar su calidad de vida, y garantizar una perspectiva de garantías de los derechos humanos. Por ello, nuestros servicios se fundamentan en atenciones integrales, en las relaciones entre las personas y los contextos de su vida diaria, en la integración en las redes de atención sanitarias, sociales y educativas e integradoras, y en la promoción de la inclusión y la participación en la comunidad. Igualmente, nuestros centros y servicios parten de metodologías basadas en la evidencia y en prácticas innovadoras para conseguir resultados hacia los diferentes grupos de interés.
Así, nuestras áreas de atención se focalizan hacia la salud mental y personas con trastorno mental, la discapacidad intelectual, las situaciones de emergencia y exclusión sociales, los menores y las familias y las personas mayores y en situación de dependencia. En esta última área, hemos apostado por el desarrollo y gestión de servicios especializados hacia las personas mayores con trastornos mentales. Personas que, a lo largo de su trayectoria vital, han tenido necesidades sociales y sanitarias diversas asociadas a trastornos mentales, básicamente de tipo psicótico (esquizofrenia, trastornos delirantes, etc.), psicosis de inicio tardío, depresión psicótica, trastornos bipolares y algunos trastornos de la personalidad.
Por lo tanto, en nuestra atención abordamos diversas dimensiones asociadas a personas mayores de 55 años, considerando los elementos clínicos del diagnóstico, duración en la trayectoria vital y afectación funcional en la vida diaria y que están condicionadas por la afectación de múltiples destrezas y habilidades entre las hay que destacar las funciones cognitivas. En los procesos de la vejez, además, se suman otros elementos funcionales tales como la comorbilidad física, otros problemas neurológicos y factores emocionales críticos y que van a influir en el funcionamiento cognitivo.
Estamos en una etapa histórica relevante en cuanto a la atención a las funciones cognitivas y que está caracterizada por el avance de las neurociencias y que implica la exigencia de diseñar intervenciones centradas en las máximas evidencias.
Las investigaciones más recientes concluyen que en personas con trastornos mentales se produce una interacción entre la sintomatología, la neurocognición y la cognición social, siendo factores que, a su vez, se relacionan con logro funcional en las actividades de la vida diaria y en el desempeño en otras dimensiones psicosociales. Igualmente, hay que considerar el impacto en el desarrollo de la trayectoria vital y en los procesos de envejecimiento.(Pena-Garijo & Monfort-Escrig, Cristina, 2020) (Sheffield JM et al., 2019).
Por lo tanto, aumentar nuestra comprensión sobre el perfil de funcionamiento cognitivo permite disponer de información clave para desarrollar estrategias de intervención específicas para personas mayores con trastorno mental y para mejorar su calidad de vida.
Diversos estudios muestran resultados positivos sobre la intervención con programas computarizados en los procesos de atención, memoria, velocidad de procesamiento y funciones ejecutivas como en la dimensión de cognición social y la esfera afectiva. Los estudios se centran en la neuroplasticidad, es decir, en la capacidad de respuesta que tiene el cerebro para adaptarse a las nuevas situaciones y en el impacto en la funcionalidad en la vida diaria. (Dorado Ramírez & Castaño Correa, 2018), (Herrera C et al., 2012) Para estos procesos, en los últimos años el desarrollo tecnológico ha posibilitado la generación de diversas aplicaciones para la prevención, entrenamiento y rehabilitación de funciones cognitivas, mostrándose como una forma eficaz de estimulación cognitiva en personas adultas mayores. (Ho-yin Lai F. et al, 2022) (M Kueider et al, 2012)
Grupo 5 incorporó en 2020 el programa NeuronUP en varios centros vinculados a las áreas de salud mental y en daño cerebral sobrevenido. En 2021 realizamos una investigación sobre su aplicación en 58 personas con trastorno mental a través de un programa de intervención de 12 sesiones de rehabilitación cognitiva y 8 sesiones sobre cognición social.
Los resultados del estudio mostraron mejoras entre el pretratamiento y postratamiento en las medidas de funcionamiento, atribuidas las tareas in vivo después de cada sesión de ordenado y mejoras en las competencias interpersonales vinculadas a la cognición social. (Navarro Bayón, 2021).
Hay varias características del programa que consideramos positivas como la posibilidad de establecer graduaciones de parámetro según perfiles cognitivos, diversidad de actividades, sistemas de indicadores asociados a rendimiento y evolución de la persona y flexibilidad de atenciones individuales y grupales.
Así, apostamos por la incorporación de NeuronUP en nuestros servicios para personas mayores. Recientemente hemos incorporado NeuronUP en la Residencia Puerta de Hierro de psicogeriatría para personas mayores con trastorno Mental y en el Centro de Día Beriáin para personas mayores de la Mancomunidad de Noáin.
Con la incorporación de NeuronUP nos dirigimos a integrar los aspectos clínicos en cuanto a las funciones cognitivas, la mejora en los niveles funcionales en las actividades de la vida diaria para la calidad de vida de las personas mayores y en desarrollo de las perspectivas experimentales centradas en la búsqueda de evidencias que nos permitan continuar desarrollando las mejores prácticas y la innovación centrada en las personas.
Óscar Sánchez
Terapeuta ocupacional, trabajador social y responsable técnico de Grupo 5