El 19º Congreso de la Sociedad Española de Atención al Usuario (SEAUS), organizado junto al Departamento de Salud de Navarra y el Colegio Oficial de Médicos de Navarra, se ha centrado en las ‘Ciudades que Cuidan’, un proyecto en el que participa la Fundación Mémora para crear espacios amigables con las personas mayores.
“Es fundamental construir espacios de colaboración donde profesionales, pacientes y cuidadores puedan intercambiar experiencias. Este factor humano nos ayudará a mejorar los servicios sanitarios y sociales, también en lo referido al proceso final de vida, donde debemos seguir trabajando para prevenir la vulnerabilidad y la soledad no deseada”, ha afirmado Joan Berenguer, director general de la Fundación Mémora.
La humanización de las ciudades y su transformación en entornos inclusivos para personas mayores o en situación de dependencia es uno de los trabajos en los que se está haciendo hincapié de forma más intensa en los últimos años. El objetivo es crear espacios que permitan una sana convivencia en todos los aspectos: medioambiental, de movilidad, residencial, sanitario o de servicios y ocio, entre otros.
En esta línea, durante el Congreso de SEAUS se ha presentado la creación del reciente Sello de Calidad ‘Ciudades que Cuidan’, una nueva herramienta impulsada junto con la FEMP (Federación Española de Municipios y Provincias) para ayudar a los municipios a promover la inclusión y el cuidado de los mayores desde sus políticas públicas.
El sello, elaborado por un comité de expertos, consiste en una metodología que evalúa 9 indicadores alineados con la Agenda 2030, la Agenda Urbana de la UE y la Agenda Urbana Española: hogar, proximidad, movilidad, ambiente, participación, comunicación, igualdad de oportunidades, salud y final de vida.
Los municipios que presten especial atención a estos aspectos pueden optar a este sello, que certificará a esa ciudad como ‘amigable’ y, por tanto, como un buen lugar para vivir, especialmente cuando se trata de colectivos vulnerables. Una iniciativa de calado y con poder de transformación social en la que ya están inmersas instituciones enfocadas al sector de los mayores y dependientes, dos de esos colectivos con mayor riesgo de exclusión de sus propias ciudades por dinámicas deshumanizadoras que no tienen en cuenta sus particulares necesidades y sus derechos.