La XVII Convención Nacional de Lares ha culminado con gran éxito de participación y, sobre todo, de aportaciones para el futuro de los cuidados de larga duración.
Más de 300 profesionales se dieron cita en Sevilla los días 23, 24 y 25 de mayo en un congreso que, bajo el título 'Liderando el Buen Cuidado desde la Solidaridad', ha servido para sentar las bases de los nuevos cuidados de larga duración, que deberán sostenerse en el cuidado, la solidaridad y el liderazgo.
Rafael de Lorenzo, secretario de la Plataforma Tercer Sector y secretario General del Consejo General de la ONCE, puso el foco en la unidad de todos los agentes sociales destacando que "la clave es generar una cultura común de todo el sector desde la transversalidad".
En la ponencia 'Ecosistemas de cuidados cuando las personas necesitan ayuda', Maite Sancho, psicóloga experta en planificación gerontológica, resaltó que "la prioridad es dar importancia a los servicios comunitarios y humanizar los cuidados desde la heterogeneidad".
Representantes de la Administración Pública y profesionales de atención directa hablaron en la mesa de experiencias sobre la necesidad de coordinación y colaboración entre la Administración y los Servicios Sociales. "Debemos invertir en revalorizar los cuidados y fomentar la corresponsabilidad", resaltó Soledad Jiménez González, jefa del Servicio de Atención Sociosanitaria de la Dirección General de Atención Sociosanitaria, Salud Mental y Adicciones.
Tras dos intensas jornadas de análisis y reflexión, la XVII Convención Lares recogió algunas conclusiones clave para seguir liderando el buen cuidado desde la solidaridad. Entre ellas, la necesidad de hacer un diagnóstico previo para partir de las preferencias de las personas, su heterogeneidad y diversidad, evaluando sus necesidades. También, la necesidad de revalorizar los cuidados con mayor financiación y optimizar los recursos para la profesionalización del sector de los cuidados, así como intercambiar experiencias y horizontalizar los cuidados desde el liderazgo ético.
En la Convención también se abogó por crear centros multifuncionales con actividades variadas y de calidad para evitar la soledad no deseada, así como sensibilizar a la sociedad para un cambio cultural que rompa con el edadismo.
Se trata, en definitiva, de medidas para "cuidar a quienes nos han cuidado", que, como dicen en Lares, "más que un deber, es un honor".