Según EUROSTAT, en 2018 casi la quinta parte (19%) de la población de la Unión Europea tenía 65 años de edad o más, y el porcentaje de personas de 80 años o más se duplicará de aquí a 2100, hasta alcanzar el 14,6 % de la población total. Esto conlleva una revolución demográfica, que plantea nuevos desafíos en el ámbito de la salud, la sostenibilidad y la autonomía personal. Con el envejecimiento, hay un deterioro en la reserva funcional que aumenta la sensibilidad a agresiones externas que causan fragilidad, sarcopenia, caídas, discapacidad y hospitalización, con un deterioro en la calidad de vida, las funciones cognitivas y el estado físico.
La promoción de la actividad física (AF) regular es una de las principales medidas no farmacéuticas para mejorar la salud de las personas mayores. Varios estudios han demostrado que, en las personas mayores, la AF moderada reduce la mortalidad, tiene un efecto positivo en la prevención de la enfermedad coronaria, reduce de la presión arterial y la prevención del accidente cerebrovascular, así como de la diabetes tipo 2, un riesgo reducido de desarrollar demencia y deterioro cognitivo que podría prevenir caídas y mejorar la calidad de vida. A nivel global, 1 de cada 4 adultos actualmente no cumplen las recomendaciones globales de AF establecida por la OMS. Si continúan las tendencias actuales, no se alcanzará la meta mundial de AF para 2025 (una reducción relativa del 10% en la AF insuficiente), siendo necesario por tanto priorizar y ampliar urgentemente las políticas para aumentar los niveles de AF en la población.
En particular, en la población española, las personas mayores de 70 años mantienen altos porcentajes de baja AF y tiene dificultades locomotrices y que se asocian con el incremento de la morbilidad. Es bien conocido el impacto negativo del sedentarismo en la sociedad moderna y que afecta a la salud y el bienestar. Esto trae consecuencias negativas a tres áreas principales: educación, economía y salud. Las estrategias para luchar contra el sedentarismo parecen estar claras: promoción de un estilo de vida activo, locomoción activa, aumento de la AF y fomento del deporte.
Los contenidos del curso, de forma esquemática, son:
● Plan Andaluz de Prescripción de Actividad y Ejercicio Físico.
● Andalucía muévete: asesores virtuales para la promoción de actividad y ejercicio físico saludable.
● Claves del envejecimiento saludable.
● Intervención y modelos en la actividad físico deportiva para mayores.
● Prescripción del ejercicio físico en personas mayores.
● Salud emocional y ejercicio físico en mayores.
● Nutrición, inflamación, cáncer y envejecimiento.
● El rendimiento en la locomoción humana como biomarcador de envejecimiento saludable.
● Entrenamiento de fuerza como sustento de la salud en adultos mayores.
● Taller de actividades lúdico recreativas.
● Taller de entrenamiento de la fuerza.
En consonancia con lo anterior, los objetivos establecidos en este curso pasan por:
● Describir los retos sociodemográficos en el ámbito de la salud y esperanza de vida asociados al envejecimiento de la población.
● Analizar los avances en envejecimiento activo relacionados con los hábitos de vida saludables y sus efectos en la morbilidad y la esperanza de vida.
● Describir biomarcadores de envejecimiento saludable relacionados con la condición físico-motora.
● Conocer el plan andaluz de prescripción del ejercicio físico.
● Capacitar para el uso de recursos para la evaluación y prescripción adecuada de AF en mayores.
● Sensibilizar sobre la importancia de la vida activa en el envejecimiento saludable.
● Poner de relieve la importancia del ejercicio físico como herramienta que promociona la salud, a nivel preventivo y terapéutico.