El estudio parte de la premisa de que la potencia muscular —más que la fuerza por sí sola— es el mejor predictor de movilidad, independencia funcional y riesgo de mortalidad en adultos mayores. Para medirla, se utilizó la relación carga-velocidad obtenida mediante un test funcional de cinco repeticiones de sentarse y levantarse con cargas progresivas. Las tres variables clave resultantes fueron L₀ (carga máxima teórica), V₀ (velocidad máxima teórica) y la línea A (potencia máxima teórica).
Los 113 participantes (49 adultos de mediana edad y 64 mayores) mostraron diferencias significativas en estas variables. En promedio, los adultos mayores presentaron un L₀ un 19% inferior, un V₀ un 25% menor y una línea A un 38% más baja que los adultos de mediana edad. Estas diferencias reflejan un deterioro neuromuscular progresivo con la edad, particularmente en lo relativo a la velocidad de contracción y la potencia.
Los resultados mostraron correlaciones altas entre la línea A y la fuerza máxima de extensión de rodilla (KEPF) (rs = 0,59), así como con los tres modelos de índice de calidad muscular (MQI Equation1, 2 y 3) (rs = 0,56–0,57). V₀ también presentó una correlación alta con KEPF (rs = 0,51), mientras que L₀ mostró asociaciones moderadas. Esto indica que las variables LV reflejan de forma integral tanto la fuerza como la calidad funcional del sistema muscular.
El análisis por subgrupos de edad reveló que, en adultos mayores, V₀ se correlaciona de forma significativa con la mayoría de los indicadores de rendimiento, lo que sugiere que la velocidad de contracción adquiere mayor relevancia funcional conforme avanza la edad. Este hallazgo refuerza la necesidad de incluir entrenamientos específicos de velocidad en los programas para personas mayores.
La prueba de 5-STS con cargas incrementales, combinada con dinamometría electromecánica funcional, permite evaluar de forma objetiva la fuerza, la velocidad y la potencia muscular en una única tarea multiarticular. Esta aproximación supera las limitaciones de los tests unijoint clásicos, ofreciendo una alternativa viable para el seguimiento clínico del estado neuromuscular en el envejecimiento.
Los autores destacan que los perfiles individuales de LV pueden usarse para diseñar programas adaptados: entrenamiento de fuerza en individuos con L₀ bajo, y entrenamiento de velocidad en quienes presentan V₀ reducido. Esta prescripción específica podría optimizar la respuesta a los ejercicios y prevenir o retrasar la pérdida de funcionalidad asociada a la edad.
Variable | Adultos de mediana edad | Adultos mayores | Diferencia estadística |
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L₀ (kg) | 94,62 ± 35,69 | 76,86 ± 29,74 | p = 0,007 |
V₀ (m/s) | 1,22 ± 0,19 | 0,92 ± 0,28 | p < 0,001 |
Línea A (kg·m/s) | 57,75 ± 23,84 | 35,39 ± 18,95 | p < 0,001 |
KEPF (N) | 489,31 ± 169,05 | 361,62 ± 140,23 | p < 0,001 |
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0531556525000968