La presbicia es una condición visual relacionada con el envejecimiento natural del cristalino. A partir de los 40 años, muchas personas comienzan a experimentar dificultad para enfocar objetos cercanos, lo que complica tareas cotidianas como leer, escribir o usar dispositivos electrónicos. Hasta ahora, las opciones terapéuticas se limitaban a soluciones ópticas o quirúrgicas.
Con la reciente aprobación de Vizz por parte de la FDA, se introduce un nuevo enfoque basado en colirios de uso diario. Se trata de un medicamento de acción tópica que mejora la profundidad de foco sin alterar la estructura del ojo ni requerir intervención quirúrgica. Su uso representa un paso más hacia terapias oftalmológicas funcionales y menos invasivas.
Vizz actúa contrayendo de forma controlada el músculo esfínter del iris, reduciendo el tamaño de la pupila y aumentando así la profundidad de campo visual. Esta técnica, conocida como "pinhole effect", permite a los pacientes mejorar la nitidez en visión cercana sin afectar significativamente la visión lejana o intermedia. La acción se produce en pocos minutos y su efecto tiene una duración de hasta 6 horas.
Las gotas están indicadas para adultos con presbicia leve o moderada. Se administra una gota en cada ojo una vez al día, preferentemente por la mañana. Los ensayos clínicos mostraron que una proporción significativa de pacientes mejoró en al menos tres líneas de agudeza visual cercana sin corrección adicional. Los efectos secundarios más frecuentes fueron visión borrosa transitoria, dolor de cabeza y escozor ocular leve.
La aprobación de Vizz marca un precedente para la investigación en terapias farmacológicas para trastornos refractivos. A medio plazo, se espera el desarrollo de combinaciones con acción prolongada o adaptadas a otros tipos de ametropías. Además, representa una opción de transición útil para personas que no desean aún someterse a cirugía.
El tratamiento puede ser especialmente relevante en personas activas laboralmente, que requieren alternar visión cercana y lejana con frecuencia, así como en pacientes con contraindicaciones quirúrgicas o problemas de adaptación a gafas progresivas. También puede facilitar el acceso a corrección visual en contextos donde los servicios ópticos o quirúrgicos son limitados.
Tratamiento | Tipo de intervención | Invasividad | Duración del efecto | Coste estimado | Efectos secundarios |
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Vizz (gotas oculares) | Farmacológico | No invasivo | Hasta 6 horas | Medio | Leves, transitorios |
Gafas de lectura | Óptico | No invasivo | Permanente (uso) | Bajo | Ninguno |
Lentes progresivas | Óptico | No invasivo | Permanente (uso) | Medio | Adaptación inicial |
Cirugía con láser | Quirúrgico | Invasivo | Permanente | Alto | Riesgo quirúrgico |
Lentes intraoculares | Quirúrgico | Invasivo | Permanente | Muy alto | Complicaciones posibles |
Aunque los ensayos clínicos han demostrado eficacia y seguridad a corto plazo, será necesario realizar estudios postcomercialización para evaluar la tolerancia continuada, la posible habituación del ojo y la eficacia sostenida en el tiempo.
El principio activo de Vizz podría explorarse en otros campos de la oftalmología, como el tratamiento complementario de condiciones de visión intermedia en personas mayores o en el control de la progresión de errores refractivos en etapas tempranas. Su perfil de bajo riesgo lo hace un candidato ideal para investigación traslacional.
La aprobación de las gotas oftálmicas Vizz por parte de la FDA abre una nueva etapa en el tratamiento de la presbicia. Se trata de una alternativa no invasiva, cómoda y eficaz para mejorar la visión cercana sin necesidad de cirugía ni corrección óptica permanente. Este avance representa una evolución importante en el abordaje farmacológico de los trastornos refractivos relacionados con la edad, con importantes implicaciones clínicas y de investigación. La oftalmología entra así en una nueva fase terapéutica centrada en la funcionalidad, la comodidad del paciente y la innovación farmacológica.