El modelo combina apartamentos privados con amplios espacios comunes, gobernanza participativa y programación de actividades, con el objetivo de reforzar la autonomía, la prevención en salud y la vida en comunidad.
Las parcelas se ubican en Hortaleza, Ciudad Lineal y Usera, con un total estimado de 232 viviendas de uno y dos dormitorios. Cada lote incluye la construcción y la gestión integral del complejo colaborativo, con servicios comunitarios (sala polivalente, comedor, lavandería, gimnasio suave, huertos, terraza, habitaciones de invitados, etc.).
El régimen jurídico es una concesión demanial gratuita por 75 años, reservada a entidades no lucrativas. El enfoque busca garantizar una orientación a valor social, la reinversión de excedentes en la comunidad y cuotas asequibles a largo plazo.
El cohousing ofrece viviendas plenamente accesibles integradas en barrios consolidados con servicios urbanos (salud, comercio, cultura). La capa comunitaria reduce el riesgo de soledad no deseada, refuerza rutinas saludables y facilita apoyos cotidianos entre vecinos.
La concentración de recursos y espacios permite programas de prevención (actividad física adaptada, estimulación cognitiva, nutrición, talleres) y apoyos a demanda (fisioterapia, podología, teleasistencia), con economías de escala frente a la dispersión en domicilios aislados.
La gestión combina asamblea de residentes, comisiones (convivencia, actividades, mantenimiento) y una gerencia técnica para asegurar seguridad, transparencia económica y continuidad de servicios.
Diseño sin barreras, ascensores, domótica básica, sensores de humo/agua, puntos de llamada y espacios exteriores practicables. La historia social compartida y la conexión con servicios municipales facilitan derivaciones y seguimiento.
Los complejos pueden funcionar como nodos comunitarios: actividades intergeneracionales, colaboración con centros de día, bibliotecas y tejido asociativo del distrito.
Aunque el suelo sea gratuito, la inversión inicial y la operación requieren un plan financiero prudente (cuotas asumibles, fondo de reserva, ayudas para residentes con renta limitada).
Procesos de acceso transparentes que garanticen diversidad socioeconómica y un equilibrio de necesidades (evitar tanto la elitización como la sobrecarga asistencial).
La calidad del resultado dependerá de la coordinación entre urbanismo, servicios sociales, salud y entidades promotoras, así como de la agilidad en licencias y obras.
Funcionalidad (ABVD/AIVD) y participación social
Percepción de soledad y salud mental
Eventos evitables: caídas, reingresos hospitalarios
Ocupación y rotación de viviendas
Cuotas medias y esfuerzo económico del hogar
Uso de espacios comunes y asistencia a actividades
Consumo local y colaboración con entidades del entorno
Actividades abiertas al barrio y voluntariado
Dimensión | Detalle | Implicación |
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Localización | Hortaleza, Ciudad Lineal, Usera | Inserción en barrios con servicios y transporte |
Viviendas previstas | 232 (1 y 2 dormitorios) | Autonomía privada + comunidad activa |
Régimen | Concesión demanial gratuita, 75 años | Estabilidad y orientación al valor social |
Operadores | Entidades sin ánimo de lucro | Reinversión de excedentes y cuotas ajustadas |
Objetivos públicos | Longevidad activa, cohesión social | Prevención, apoyo mutuo y participación |
Gobernanza | Asamblea + gerencia técnica | Transparencia, seguridad y continuidad |
Madrid apuesta por un cohousing sénior de base social y largo plazo: suelo público, concesión de 75 años y gestión por entidades no lucrativas. Si los proyectos mantienen accesibilidad real, buena gobernanza, sostenibilidad económica y vínculo con el barrio, el modelo puede convertirse en una palanca de envejecimiento activo, reducción de soledad y uso más eficiente de los apoyos públicos y comunitarios.