El Documento Marco establece un sistema de actuación gradual basado en indicadores epidemiológicos, presión asistencial y datos de vigilancia integrada, utilizando plataformas como SiVIRA, MoMo y SIVAMIN para medir transmisibilidad, gravedad e impacto sanitario en tiempo real.
Garantizar la detección precoz y la respuesta rápida. Proteger a los colectivos vulnerables. Minimizar la presión asistencial en picos epidémicos. Mantener la continuidad asistencial en residencias, hospitales y servicios sociales.
Las recomendaciones se organizan en cuatro escenarios de riesgo, con medidas progresivas adaptadas a la situación epidemiológica de cada territorio.
Medidas de prevención estructural como vacunación, ventilación, higiene de manos y vigilancia rutinaria. Refuerzo de la formación en centros sanitarios y residencias para detectar síntomas de forma precoz.
Intensificación de la coordinación entre comunidades y centros sanitarios. Uso de mascarillas en áreas especialmente sensibles como unidades de oncología o trasplantes. Refuerzo de protocolos internos en residencias para minimizar brotes y garantizar continuidad asistencial.
Mascarilla generalizada en espacios comunes de hospitales como urgencias, salas de espera y pasillos de hospitalización. Revisión de visitas en residencias de mayores para reducir riesgos de transmisión. Activación de planes de contingencia y reorganización de circuitos asistenciales.
Coordinación extraordinaria mediante el Consejo Interterritorial. Medidas excepcionales dirigidas a proteger a colectivos vulnerables. Adaptación acelerada de recursos, reorganización de servicios y revisión dinámica de indicadores epidemiológicos.
El documento define un conjunto de acciones mínimas que permanecen activas durante toda la temporada.
Ventilación adecuada en interiores. Higiene de manos y respiratoria. Uso de mascarilla quirúrgica en personas sintomáticas, especialmente en presencia de vulnerables. Priorización de la vacunación como herramienta principal de prevención. Promoción del triaje rápido en urgencias y centros de atención primaria.
Las residencias deben mantener planes de contingencia activos, formación específica del personal, vigilancia de síntomas y coordinación estrecha con los servicios de salud pública. El objetivo es garantizar la atención continua y evitar interrupciones del cuidado en cualquier escenario de riesgo.
El Documento Marco sitúa a las residencias como entorno prioritario dado el mayor riesgo de complicaciones por infecciones respiratorias.
Vigilancia activa de síntomas y detección temprana de brotes. Mascarillas para personas sintomáticas y personal en contacto con vulnerables. Revisión progresiva de visitas en escenarios de epidemia media o alta. Suspensión puntual de visitas en escenarios muy altos si así lo recomiendan los equipos de salud pública. Coordinación con servicios sanitarios para traslados seguros y seguimiento clínico.
Formación continua, disponibilidad de equipos de protección y planificación de contingencias para garantizar que la atención no se ve interrumpida incluso durante picos epidémicos.
El Documento Marco refuerza medidas escalonadas para proteger a pacientes vulnerables y mejorar la organización asistencial.
Mascarillas para sintomáticos en cualquier escenario. Mascarillas en áreas sensibles desde escenarios bajos. Mascarillas generalizadas en espacios comunes desde escenarios altos. Refuerzo del triaje y circuitos diferenciados para síntomas respiratorios. Ventilación y control ambiental priorizados en salas de espera.
El uso integrado de SiVIRA, MoMo y SIVAMIN permitirá ajustar medidas según datos reales, evitando respuestas desproporcionadas y optimizando recursos sanitarios.
| Escenario | Ámbito sanitario | Residencias | Medidas clave |
|---|---|---|---|
| Basal | Vigilancia y vacunación | Prevención y formación | Higiene, ventilación, detección precoz |
| Bajo/Medio | Mascarilla en áreas sensibles | Refuerzo de protocolos | Coordinación y control interno |
| Alto | Mascarillas generalizadas | Revisión de visitas | Planes de contingencia |
| Muy alto | Medidas extraordinarias | Restricciones puntuales | Coordinación nacional |
El Documento Marco para el control de las Infecciones Respiratorias Agudas constituye una hoja de ruta moderna, escalonada y basada en evidencia para afrontar los virus respiratorios en la temporada 2025-2026. Combina vigilancia integrada, protección de vulnerables, medidas proporcionales y continuidad asistencial en todos los entornos, con especial atención a residencias y hospitales. La estrategia permitirá anticipar brotes, evitar saturación y proteger a la población más frágil con intervenciones adaptadas a cada escenario epidemiológico.