Los trastornos de salud mental afectan más a las mujeres debido a la ansiedad y la depresión a partir de los 65 años, mientras que los hombres caen en adicciones por interiorizar más. Una diferencia que obliga a replantear los actuales modelos asistenciales en salud mental para mayores.
Para debatir este asunto, la Fundación Edad&Vida ha organizado en Valencia la Mesa de Diálogo ‘Envejecimiento y salud mental’, en la que han participado Joaquim Borrás, presidente de la Fundación Edad&Vida; Ramón Nadal, director técnico del área de Salud Mental de la Fundación Ramón Rey Ardid; y Yago Cebolla, director del Centro de Referencia Estatal de Atención Psicosocial a Personas con Trastorno Mental (CREAP), entre otros.
En opinión de Borrás, los servicios de Salud Mental y el sector asistencial en general deben tener en cuenta “no solo los aspectos puramente médicos, sino también la calidad de vida y el bienestar subjetivo, así como las condiciones sociales de la salud y las necesidades específicamente percibidas por este colectivo”.
Emilia Serra, catedrática de Psicología del Desarrollo en la Universidad de Valencia y codirectora del Máster Interuniversitario de Psicogerontología, puso de manifiesto, por su parte, que “en el envejecimiento y la salud mental se juntan tres elementos de exclusión social: la edad, el género y la la salud mental”.
Serra explicó que “a partir de los 65 años aparecen más trastornos en las mujeres, especialmente por los trastornos depresivos y la ansiedad, mientras que los hombres los interiorizan más, cayendo en las adicciones”. Esta diferencia en la afectación requiere, en palabras de Begoña Frades, directora de la Oficina Autonómica de Salud Mental de la Generalitat Valenciana, “identificar sus necesidades personales para adaptar los servicios a ella, no al revés”.
Se estima que el 15% de los adultos mayores de 60 años sufre algún trastorno de salud mental, según la Organización Mundial de la Salud. Un asunto que incide directamente en el sector asistencial y que supone un reto para el futuro: el aumento de la esperanza de vida y los avances médicos provocarán un aumento de la población mundial mayor de 60 años hasta 2050, pasando del 12% de 2015 al 22%.
Sin embargo, el 75% de las personas mayores envejecen relativamente bien, pues solo una cuarta parte de los mayores de 65 años en Europa padecen un trastorno mental.
La Mesa de Diálogo de la Fundación Edad&Vida ha servido para seguir analizando los retos que suponen los trastornos de salud mental en mayores de 65 años y el necesario cambio de enfoque para responder a las necesidades de cada persona según la forma en que les afecta.