¿Cómo han cambiado las residencias de mayores en los casi 15 años que llevas en el sector?
Este es un sector en constante cambio, se ha ido evolucionando de la misma forma que lo ha hecho la sociedad. Los mayores de hace 15 años no tienen nada que ver con los de ahora, y seguro que no tendrán nada que ver con los de dentro de otros 15 años.
La Atención Centrada en la Persona es la que nos ha hecho cambiar la forma de ver a los mayores, de tratarlos. Se han cambiado viejos roles que había y ahora en casi todos los centros se buscan más las capacidades que las discapacidades de los usuarios. Está más centrado en la calidad y es el centro el que se tiene que adaptar al usuario, y no al revés como antes.
¿Qué papel está jugando la tecnología en estos cambios?
La tecnología es muy importante, tenemos que adaptarnos a ella. En domicilios lo vemos, pero también en residencias como la de Castilla y León que tiene a ‘Copito’. Además de toda la tecnología en camas o mobiliario, que buscan crear centros libres de sujeciones. La tecnología juega un papel importante y hay que aprovecharlo.
¿Qué hace ‘Copito’?
Es un robot del Centro de Investigación de Valladolid que trata con los mayores e interactúa con ellos, por ejemplo haciendo gimnasia. Está teniendo mucho éxito. Funciona muy bien.
El sector está protagonizando fusiones, compras y la entrada de fondos de inversión. ¿Por qué este apetito por estos recursos?
Yo soy de los que creen que la competencia siempre es buena porque te permite mejorar y avanzar. Yo creo que no hay que mirar la forma jurídica del centro, sino su forma de trabajar. Los hay sin ánimo de lucro que trabajan muy bien y los hay que no.
Lo que hay que ver es la plantilla y el modelo de gestión que tienen. En el sector de los mayores, el factor humano es el número uno para garantizar una buena atención. No creo que exista una burbuja, sino una serie de necesidades de cuidados.
¿Es un sector rentable? Las negociaciones del Convenio Colectivo saltaron por los aires en parte porque no se llegó a un acuerdo sobre los salarios, donde los precios públicos tienen mucho que decir.
Si queremos avanzar y estar a la cabeza, se necesita financiación. Por parte del Estado debemos procurar cumplir con la Ley de Atención a la Dependencia, con más medios y más financiación que debe repercutir tanto en los salarios de los trabajadores, como en los precios de concierto.
Es un sector que está los 365 días las 24 horas; nos tenemos que sentar juntos sindicatos y empresas para lograr una mejor financiación y cumplir con todo. La dependencia no avisa, de un día para otro tenemos a gente dependiente, y eso nos va a afectar a todos. Yo haría un esfuerzo por parte de la Administración para mejorar la financiación que existe.
¿Qué está haciendo Vitalia Home para responder al reto demográfico de España?
Es una suerte estar en esta compañía porque tiene las ideas muy claras en atención a los mayores. Desde Vitalia se trabaja con el conocimiento de la persona, pieza clave para ofrecer una atención digna. E incluimos a la familia en el centro, con comedores para que puedan ir allí cuando quieran. Desde Vitalia estamos dando mucha importancia a la alimentación, y tenemos cocinas para los residentes o comités culinarios, además de las diferentes terapias, las salas multisensoriales…
Queremos que se sientan como en sus casas, y por eso estamos haciendo obras en muchos centros. Estamos construyendo centros con el modelo de Casas para Vivir para que se puedan sentir como en su propia casa.
¿Puede servir esta experiencia que está ganando el sector en España, por sus características demográficos, para conquistar otros mercados?
Nosotros en España, y principalmente en Castilla y León, cuya población es muy envejecida, con 84 años de esperanza de vida. Cada año aumenta otros 86 días la esperanza de vida. Somos una población cada vez más envejecida y despoblada, más de 18.000 personas abandonan cada año la Comunidad. Los centros de mayores somos la empresa más importante de los pueblos.
En Castilla y León hay unos 2.250 municipios, de los cuales unos 15 superan los 20.000 habitantes. Las residencias somos un sector que genera empleo, por cada dos usuarios hay un puesto de trabajo, y suele ser estable, el 80 % en entorno rural y con jóvenes y mayores de 55 años en plantilla.
¿Qué hace Acalerte?
Queremos hacer visibles a todos los mayores. Tenemos más de 45.000 plazas residenciales en Castilla y León. Supera poblaciones como Soria, Ávila o Segovia. Somos los hermanos pequeños de la Sanidad, los que estamos en todos los centros y arreglamos los problemas de los mayores. Estamos trabajando con nuevos modelos de atención y nos implicamos mucho con medidas de formación y empleo. No es fácil encontrar a alguien bien formado.
Formas parte de CEAPs, que calificó de “caos” el sistema de atención a la dependencia en España. ¿Cuál es la principal causa de ese ‘caos’?
Tenemos muchísima desigualdad, con 17 Comunidades Autónomas y 9 interpretaciones de la Ley. Estamos luchando para que la clase política no mida esto como un gasto y se ponga las pilas.
Estamos hablando de la problemática del IVA porque es el único sector en el que el consumidor tiene que justificar qué porcentaje aplicar, si el 4 o el 10 %. Somos conscientes de que cuando alguien viene a un centro es porque es de sus últimas opciones, lo que hace de ello un bien de primerísima necesidad.
Y que se tenga que justificar según se tenga o no una prestación vinculada, mucha gente no lo acaba de entender. Desde CEAPs apostamos por la Prestación Vinculada al Servicio para que sea el usuario el que decida a qué centro ir, siempre con servicios profesionales. Ya que hablamos de Atención Centrada a la Persona, dejar que sea la persona la que decida.