Un informe detalla por qué las residencias grandes sufrieron más contagios en la primera ola de coronavirus, la pasada primavera. Se trata de la ‘Auditoría de los centros residenciales en Navarra ante la crisis de la Covid-19’, un estudio firmado por el Gobierno navarro que busca analizar los factores que influyeron en la propagación del virus en residencias de mayores de la región.
Entre las principales conclusiones se destacan tres factores que determinaron aquellos centros que sufrieron en mayor medida la epidemia: encontrarse en una zona básica de salud con una tasa de contagios superior al tres por mil, superar las 100 plazas en el centro y haber recibido numerosas visitas en los días previos a la declaración del Estado de Alarma, que marcó oficialmente el comienzo de la pandemia en España, a pesar de que el virus circula al menos desde finales de enero.
El informe destaca que en las zonas con mayor prevalencia de virus la probabilidad de que la enfermedad afecte a una residencia es seis veces mayor, una cifra que también se multiplica por cinco si el tamaño del centro supera las 100 plazas, y por tres si acuden más de 50 personas como visitantes durante una semana, en este caso la anterior al Estado de Alarma.
Estos datos se circunscriben a la situación de las residencias de mayores de Navarra en marzo, ya que el estudio es en realidad una auditoría elaborada por el Gobierno Foral para determinar los factores que contribuyeron a se registraran 1.474 contagios de una población de usuarios de residencias de 6.000 personas. En la región se contabilizaron 437 fallecidos, de los cuales 274 tuvieron un diagnóstico clínico de Covid-19; el resto, se creen relacionados.
Además, el 24 % de los profesionales del sector sociosanitario tuvo que estar de baja médica durante esas semanas, bien por haberse contagiado, bien por haber estado en contacto con contagiados. “Hoy sabemos mejor qué ha pasado y qué debemos mejorar para evitar al máximo que vuelva a ocurrir”, ha explicado al respecto de este informe Carmen Maetzu, consejera de Derechos Sociales del Gobierno de Navarra.
En el informe también se destacan como factores que contribuyeron de forma negativa en los centros con mayor tasa de contagios el hecho de contar con menores ratios de personal y con equipos de protección artesanales, y no los homologados. Y se indica que la titularidad del centro no influyó en la cantidad de contagios, de manera que afectó por igual a públicos y privados. Tampoco lo hizo la carencia de médicos o personal de enfermería en los centros, quizás porque frente a esta enfermedad se necesita atención hospitalaria en los casos graves y alivio de los síntomas en los leves.
Asimismo, el estudio del Gobierno navarro destaca los ‘factores de protección’ que pueden ayudar a prevenir el coronavirus en residencias de mayores. Entre ellos cita la capacidad para realizar pruebas diagnósticas a los residentes, las desinfecciones habituales o una correcta gestión de los recursos humanos. También apuntan a la capacidad para anticiparse a las circunstancias y al hecho de contar con suficientes reservas de EPIs y otros equipos de protección, además de la sectorización de los centros y un correcto manejo de la separación de los usuarios infectados, los sospechosos y los sanos.