Vacunarse de la gripe en tiempos de coronavirus genera incertidumbre entre algunas personas, principalmente porque la nueva enfermedad que nos mantiene en vilo desde hace más de medio año comparte síntomas con la que cada año infecta a miles de personas y llega a colapsar los hospitales.
Aunque las Autoridades Sanitarias piensan que la incidencia de gripe en España será menor este año por el generalizado uso de mascarillas -que dificultará y hasta frenará su transmisión- lo cierto es que, si el coronavirus sigue circulando con total libertad entre los españoles, es previsible que la gripe también lo haga.
Por eso, tanto desde estas mismas Autoridades Sanitarias como desde organismos como la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recomiendan la vacunación de la gripe para mayores de 65 años, así como para aquellos colectivos con mayor riesgo (sanitarios, docentes, etc.). Y este año también lo aconsejan para “personas que conviven en instituciones cerradas”, en referencia a personas que viven en residencias de mayores.
No es una nueva recomendación, pero se hace especial énfasis para evitar transmisiones que puedan agravar patologías previas. Porque hay que recordar que en España la gripe causó más de 35.000 hospitalizaciones, 2.500 ingresos en UCI y 6.300 muertes en la temporada 2018-2019, según datos del Comité Asesor de Vacunas de la Sociedad Española de Pediatría.
Para alcanzar el objetivo de un 75 % de inmunidad entre los principales grupos de riesgo, la SEGG ha puesto en marcha la campaña ‘Yo me vacuno. Este año marco la diferencia’, que arrancará la primera quincena de octubre para fomentar la vacunación.
Además, la campaña lanza un mensaje de tranquilidad, asegurando que “no hay evidencia científica que justifique un mayor riesgo de infectarse por SARS-CoV-2 o de padecer COVID-19 de mayor gravedad por haber recibido una vacuna frente a la gripe”. Por eso, este año no hay excusa para vacunarse contra la gripe y, al menos, poner a raya a una de las enfermedades que más afectan a la población.