Qida prevé facturar 10 millones de euros este año. La compañía, que pone en contacto a cuidadores profesionales con familias que necesitan este servicio, está experimentando un fuerte crecimiento desde que estallara la pandemia.
No obstante, desde Qida también explican el crecimiento en la facturación por su amplia penetración en la Comunidad de Madrid, donde ya prestan 6.000 horas de atención al mes, y su entrada en el mercado catalán. Los próximos pasos de la compañía serán llegar a Sevilla, Valencia y Bilbao, sin previsión de dar el salto internacional, como sí están haciendo otras competidoras.
Además, parte del crecimiento de Qida se explica por la ronda de financiación que cerró el pasado mes de junio con Creas, Equity4Good o el Fondo Bolsa Social por valor de 3,6 millones de euros. La compañía ya había levantado 1,2 millones de euros en 2018, al poco de fundarse.
En sus apenas de dos años de vida, Qida ha experimentado un rápido crecimiento gracias a un modelo de negocio que utiliza tecnología, combinada con la experiencia humana, para enlazar a familiares que buscan cuidador con profesionales de este sector. La compañía ya ha atendido a más de 1.500 familias, a las que genera 80.000 horas de servicios de asistencia a domicilio cada mes.
Una de las claves del éxito de Qida es que, como parte de ese factor tecnológico, permite a las familias involucrarse en el proceso de los cuidados a sus mayores o dependientes a través de una app en la que pueden hacer seguimiento de los servicios. Los profesionales también tienen una app de Qida para gestionar su trabajo y poder hacer seguimiento a las personas a las que cuidan.
La mayor parte de la plantilla de Qida son cuidadores y trabajadores sociales que sirven de enlace con las familias. Pero la compañía acaba de abrir nuevas oficinas en Madrid, tras haber permanecido desde su fundación en un coworking de la capital, para albergar a hasta 30 trabajadores, cifra que confía alcanzar a corto plazo.