El Gobierno apuesta por centros libres de sujeciones en el futuro modelo de atención a la dependencia que diseña para su posterior negociación con el sector. La propuesta, desvelada por ‘El País’, contempla la prohibición de las sujeciones físicas o químicas en todas las residencias de mayores y centros de día de España. El borrador sí deja la puerta abierta al uso de sujeciones en casos muy puntuales y si existe un peligro inminente para el usuario, sin alternativas para su protección. Además, habrá que informar a la Fiscalía de estos hechos.
La prohibición de las sujeciones llegaría en un plazo de tres años desde la entrada en vigor de la nueva regulación de las residencias y centros de mayores. Sigue la estela de los esfuerzos del propio sector residencial por eliminar sujeciones, una dinámica cada vez más presente en casi todos los centros, a pesar de las reticencias iniciales por pensar que eliminar las sujeciones podía requerir, como contraparte, un aumento del personal. Algo que se ha demostrado falso.
En cualquier caso, el proyecto del Gobierno para eliminar sujeciones es parte de una propuesta más amplia que también contempla reducir el tamaño de las residencias de mayores. En el caso de las residencias serían 90 plazas, mientras que en los centros para discapacidad serían 50. Un borrador anterior también contemplaba un 65 % de habitaciones individuales y un máximo de 15 usuarios en cada Unidad de Convivencia.
Algunas de estas propuestas, sin embargo, solo afectarían a las residencias de nueva construcción, como es el caso del máximo de plazas o el porcentaje de habitaciones individuales. Este último punto, por ejemplo, se reduce al 35 % en las residencias que ya estén en funcionamiento, lo que no obstante supondrá la necesidad de acometer reformas en muchos centros, algo que preocupa a un sector cuya financiación es insuficiente.
De hecho, el borrador del proyecto también contempla aumentar las ratios de personal en residencias y centros de mayores, algo que las patronales del sector aplauden, si bien reclaman mayor financiación para poder sostenerlo.
En este sentido, las ratios se incrementarían ya en 2023, pasando de 0,35 a 0,43 para gerocultores y auxiliares, hasta llegar al 0,51 en 2027. El diario ‘El País’ ilustra con un ejemplo este incremento: en una Unidad con 15 usuarios, con una ratio de 0,43, tendría que haber dos empleados en turno de mañana, dos en turno de tarde y uno en turno de noche.
Estas ratios serían sensiblemente mayores en centros de atención a personas con discapacidad, y además diferenciarían perfiles profesionales en tres niveles: auxiliares y gerocultores, graduados universitarios de ramas sanitaria y social, y ‘atención indirecta’, donde se englobaría el resto de la plantilla de los centros.