El Consejo para la Defensa de la Discapacidad y la Dependencia (CEDDD) celebró hace unos días la jornada ‘Agárrate a la vida’, donde reunió a asociaciones contra el suicidio y expertos en diversos campos del conocimiento para analizar un fenómeno que produce 11 fallecidos cada día solo en España.
El suicidio es la primera causa de muerte no natural en España y genera el triple de defunciones que los accidentes de tráfico, 13 veces más que los homicidios y hasta 85 veces más que la violencia de género. Y es un problema tabú, dado que los medios de comunicación y la sociedad en general evitan hablar abiertamente del suicidio, con la intención de no dar ideas a personas con tendencias suicidas.
En contra de este comportamiento paternalista se mostraron algunos participantes en la jornada del CEDDD contra el suicidio. De hecho, reclamaron poder empezar a trabajar en centros escolares, donde situaciones como el acoso llevan a muchos niños y jóvenes a poner fin a su vida. “Desde las asociaciones estamos intentando entrar en los colegios de forma desesperada, pero todavía no hemos conseguido llegar”, lamentó la psicóloga Ana Cabadas.
En este sentido, los ponentes relacionaron casos de suicidio con patologías psiquiátricas que harían más proclives a ciertas personas a autolesionarse. El problema, explicaron, es que obtener un diagnóstico fiable en caso de patología mental compleja puede requerir hasta diez años de lucha por parte del paciente y sus familiares. Y, cuando se trata del suicidio, el tiempo corre siempre en contra de la víctima.
Sin embargo, una gran parte de los casos de suicido no está relacionada con patologías mentales, sino con situaciones vitales transitorias que superan a la persona, que ve como única salida poner fin a su vida. Como explicó Gorry, director de la asociación Tú Decides, “el suicidio es una solución definitiva a problemas puntuales de la vida”.
Los expertos reclamaron poder trabajar de forma más cercana con las personas con tendencias suicidas evidentes, como parte de una intervención temprana que puede salvar muchas vidas. Herramientas como el teléfono contra el suicidio, el 024, contribuirán a prestar ese apoyo a las víctimas y sus familias, pero no siempre es posible detectar a tiempo la situación por la que pasan algunas personas.
“Cuando una persona que suele ser inquieta en el ámbito mental se apaga, es una señal de que puede estar pensando en quitarse la vida; porque tiene un sufrimiento, ha estado pensando en ello y en esa idea ha encontrado la paz”, destacó Rosa Iglesias, presidenta de la fundación Planeta TOC.
La sesión completa se puede recuperar en el canal de YouTube del CEDDD y en el vídeo disponible a continuación: