La Asociación Madrileña de Atención a la Dependencia (AMADE) ha celebrado la I Jornada de Centros de Día, un encuentro que ha reunido a expertos del sector de la dependencia para analizar el presente y futuro de los centros de día como recursos de gran importancia para la asistencia a las familias.
La asociación madrileña ha logrado crear un espacio de reflexión que abre el camino para que los centros de día sean considerados un servicio de proximidad imprescindible, en tanto promueve la autonomía personal y previene situaciones de dependencia.
Durante la jornada, celebrada en Centro de Referencia Estatal de Atención al Daño Cerebral (CEADAC), se detectaron como puntos débiles del sector el desconocimiento de algunos profesionales sobre el verdadero papel que juegan y pueden jugar los centros de día en atención a la dependencia. AMADE se comprometió a reunirse con los colegios profesionales implicados en la potencial prescripción de estos centros, como por ejemplo los médicos de familia, para contribuir a mejorar el conocimiento general de sus funciones y de los beneficios que tienen para los usuarios y sus familias.
Durante la Jornada de AMADE se destacaron varios puntos que representan tareas pendientes para impulsar los centros de día en España. Uno de ellos es la coordinación sociosanitaria entre diferentes recursos que pueden ser complementarios incluso para un mismo usuario. Pero también con el ámbito sanitario, como fórmula para crear un nuevo enfoque multidisciplinar a la hora de abordar las necesidades de cada persona.
Respecto a la colaboración, además, se habló de la público-privada, y se puso como ejemplo el del Ayuntamiento de Madrid, que invierte en la construcción de centros de día públicos cuya gestión confía a empresas privadas. Sin embargo, se consideró más eficiente el modelo impulsado por la Comunidad de Madrid, que concentra la mayoría de las plazas públicas en centros privados.
Durante la Jornada de Centros de Día de AMADE también se habló de la necesidad de actualizar con mayor velocidad e intensidad los precios de concierto de las plazas, mientras, por otro lado, sí se refuerzan las exigencias a los centros. Una disparidad de velocidades que causa un perjuicio a las empresas del sector, ya que tienen que cumplir reglamentaciones más estrictas, y en ocasiones más costosas, sin poder ingresar más dinero porque los precios no se actualizan en consecuencia.
A pesar de ello, desde AMADE se comprometieron también a colaborar con las inspecciones para facilitar el trabajo de los inspectores y ganar en transparencia, si bien también reclamaron unos criterios unificados, claros y objetivos. Para abordar esta importante cuestión, la patronal madrileña y la Administración Pública competente se sentarán para acodar cuáles deben ser los mecanismos de la acción inspectora.
Por último, la Jornada también destacó la escasez de profesionales que hay en el sector de atención a la dependencia, y pidieron revertir una tendencia que pone en peligro la viabilidad de estos recursos en un contexto de mayor longevidad y, por tanto, mayor necesidad de acudir a estos centros por parte de las familias. Conscientes de que el sector, en ocasiones, puede resultar poco atractivo para los trabajadores, desde AMADE pidieron colaborar entre todos los implicados para revertir la tendencia y captar talento.
En definitiva, la I Jornada de Centros de Día de AMADE se ha configurado como un foro en el que debatir el papel de estos recursos en atención a la dependencia y la necesidad de impulsar en distintos frentes su conocimiento para que puedan desplegar todo su potencial.