La acreditación de residencias de mayores será uno de los objetivos del Gobierno. A través de la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030, comandada por Pablo Iglesias, el Ejecutivo de Pedro Sánchez prevé fiscalizar las residencias de mayores de España para evitar situaciones de maltrato, que, aunque poco frecuentes, son escandalosas.
Según un informe de 2008 del Centro Reina Sofía, el 4,5 % de los mayores entrevistados había sufrido maltrato a manos de sus cuidadores. Otro 0,8 % lo había sufrido por parte de sus propios familiares. Cifras que, más allá de España, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) elevó de manera considerable en 2018: uno de cada tres ancianos residentes en una residencia de mayores había sido víctima de abusos. El mismo informe señalaba que dos de cada tres empleados de estos centros había reconocido haber tratado mal a algunos ancianos, según explica ‘El Mundo’.
Para evitar que este tipo de situaciones queden impunes, el Gobierno prevé crear un sistema de calificación de residencias de mayores que permita a las familias conocer el grado de fiabilidad que tienen. De este modo, elegir una residencia de mayores se basará en datos que irán más allá del precio, la ubicación o el modelo asistencial. Aunque se desconoce el sistema que utilizarán para estas certificaciones, así como los parámetros que se tendrán en cuenta para ello.
Por el momento, iniciativas privadas o sin ánimo de lucro son las que trabajan para ‘certificar’, en la medida de los posible, a estos centros. La ONG Guía de Mayores (GdM) dispone de un directorio de residencias que aparecen puntuadas según un índice de calidad que tiene en cuenta parámetros como el uso o no de sujeciones, la aplicación de Terapias No Farmacológicas, las certificaciones externas que tenga la residencia o su reputación digital, puntuando entre 0 y 10 a los centros.
El objetivo del Gobierno podría ser crear un sistema similar al de la Guía de Mayores, si bien en su caso sería juez y parte, al disponer de residencias de mayores en propiedad. Además, la propuesta plantea interrogantes, como la capacidad que tendrá para evaluar de manera efectiva los centros y detectar las inadecuadas conductas que perseguirá.
No obstante, que exista un sistema de certificación de residencias de mayores en España será una buena noticia para el sector, dado que la principal preocupación de las empresas es prestar unos cuidados de calidad a sus clientes y familiares. Si en un futuro próximo tienen la forma de certificar de manera oficial su calidad asistencial, las familias podrán confiar en estas empresas con datos certificados en la mano, lo que a su vez supondrá un refuerzo para las empresas que lo están haciendo bien y un acicate para que las empresas que lo están haciendo mal puedan mejorar.