Las personas mayores inmunizadas contra el coronavirus empiezan a recuperar poco a poco sus vidas. El pasado 5 de marzo, un grupo de 80 personas, usuarios de centros residenciales de Sevilla, pudieron asistir a una representación teatral exclusiva en el Cartuja Center CITE de la capital hispalense.
La obra, protagonizada por el dúo humorístico ‘Los Compadres’ y titulada ‘Cosas de niños’, ha supuesto la constatación de cómo las vacunas contra el coronavirus están contribuyendo a recuperar la verdadera normalidad. Personas mayores de residencias de DomusVi, EULEN Sociosanitarios, Grupo Emera, Orpea y Asispa, y gracias a Aeste, han podido volver a disfrutar de una oferta cultural en plenas condiciones de seguridad.
Hace apenas unos días, 170 personas mayores de residencias de Madrid disfrutaron de una iniciativa similar, en lo que son las primeras salidas al ‘mundo real’ después de meses de confinamiento. “Ver a los mayores disfrutar de nuevo con seguridad de su tiempo de ocio es un regalo para el alma. Tras uno de los años más complicados de nuestra historia reciente, poder decir que las residencias y los teatros son centros seguros nos llena de energía a toda la sociedad”, ha explicado Jesús Cubero, secretario general de Aeste.
Estas visitas culturales se están convirtiendo, a lo largo y ancho de España, en las primeras salidas de las residencias de mayores tras meses de sufrimiento. Y son, además de una alegría para los mayores, un rayo de esperanza para el resto de la sociedad, que puede apreciar cómo las vacunas se han convertido en la herramienta indispensable para poder recuperar la normalidad.
Mientras llegan los pinchazos para todos, la observancia de las medidas de seguridad, protección y distanciamiento social son la mejor herramienta que tenemos para evitar contagios y facilitar que la inmunización pueda llegar a todos en tiempo y forma. Por ahora, que las personas más vulnerables a los estragos del virus puedan recuperar sus vidas en condiciones de seguridad es una cuestión de justicia después de haber sufrido como nadie las consecuencias de un virus que, lamentablemente, parece que para algunas personas sigue sin existir a tenor de las imágenes que seguimos viendo cada vez que pisamos la calle.