La hinchazón de pies en personas mayores, conocida como edema periférico, es un problema común que puede indicar condiciones subyacentes graves. Este síntoma puede ser causado por la insuficiencia venosa crónica, sedentarismo, medicamentos y enfermedades del corazón, riñones o hígado. Es importante reconocer señales de alarma como dolor torácico o dificultad respiratoria y buscar atención médica. Para aliviar el edema, se recomienda elevar las piernas, usar medias de compresión y mantener una dieta baja en sal. En residencias de ancianos, se implementan cuidados específicos para prevenir complicaciones asociadas a la hinchazón.

La reputación hospitalaria se ha consolidado como un indicador crítico para medir el éxito de las políticas de salud y la eficacia de la gestión de centros. En un entorno sanitario cada vez más competitivo y exigente, los resultados de la décima edición del Monitor de Reputación Sanitaria (MRS) de Merco ofrecen una perspectiva fundamental para los gestores y profesionales del sector.

La Plataforma de Mayores y Pensionistas (PMP) ha solicitado urgentemente medidas para aumentar las pensiones más bajas y el desarrollo de un Plan Estratégico que aborde los desafíos de la nueva longevidad. En un reciente diálogo organizado con Servimedia, se destacó que cerca del 50% de los pensionistas perciben menos de 841 euros al mes, lo que los sitúa en riesgo de pobreza. La PMP propone elevar las pensiones mínimas y mejorar el acceso a servicios públicos esenciales. Además, se enfatizó la importancia de una Ley Integral de Derechos para las Personas Mayores y un enfoque holístico en políticas que promuevan la equidad intergeneracional. Los expertos coincidieron en que la colaboración entre generaciones es clave para construir un sistema de bienestar sostenible. Para más información, visita el artículo completo en el enlace.

Japón vive una crisis silenciosa que apenas ocupa espacio en el debate público internacional, pero que afecta cada año a decenas de miles de familias: la desaparición de personas mayores, en su mayoría vinculada a la demencia y a la soledad. Las cifras no dejan lugar a dudas. En una sociedad profundamente envejecida, perderse ha dejado de ser un accidente excepcional para convertirse en un fenómeno estructural que obliga a repensar los sistemas de cuidado, prevención y respuesta comunitaria.