La melatonina es una hormona fabricada de forma natural por el cuerpo. Está relacionada con la pérdida de la masa muscular en personas mayores.
Además de influir en los estados de vigilia y sueño, fibromialgia, fatiga crónica, Parkinson, alzheimer, distrofias musculares y en aquellas enfermedades que se dan por estrés oxidativo, se ha comprobado su incidencia en el envejecimiento de las células y la sarcopenia.
El estudio internacional está conducido por científicos de la Universidad de Granada (UGR) y ha sido coordinado por Darío Acuña-Castroviejo, catedrático de Fisiología de la Universidad de Granada.
La revista de Estados Unidos Journal of Gerontology A Biol Sci, ha difundido este estudio.
Esta hormona influye en la vigilia-sueño, si bien también contribuye a retardar el envejecimiento y refuerza las defensas inmunológicas.
La pérdida de masa muscular, conocida como sarcopenia, se debe al envejecimiento y a tener una vida sedentaria, pero incluso puede tener su origen en diferentes causas, como: factores genéticos, del sistema nervioso central, factores musculares, pérdida de peso,...
Como consecuencia confluyen varios factores que producen el envejecimiento. Basándose en la teoría mitocondrial del envejecimiento, se llega a la conclusión de que las células mitocondrias, por un lado favorecen proporcionando energía y por otro suministran elementos perjudiciales que deterioran diversos componentes celulares. A lo largo de los años este proceso termina por lastimar a las células, que disminuyen su capacidad funcional.
La investigación se ha llevado a cabo con ratones que van desde 3 hasta 24 meses, teniendo en cuenta las modificaciones en la morfología y función mitocondriales. La función mitocondrial se basa en suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular, es decir la respiración celular y abastecer a la célula de la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular durante el envejecimiento.
Con el objetivo de observar los cambios, se centraron en “los gemelos” (músculo gastrocnemio), comprobando cómo les afectaba a los ratones de 3 meses, 12 meses y 24 meses. Al tratarse de este músculo se estimó la destreza de movimientos.
Para verificar la situación del músculo se realizó una resonancia magnética, incorporándose in vivo de lactato, éste se produce en el cuerpo y es un combustible para el ejercicio, además de por una microscopía óptica y eléctrica.
La conclusión fue la siguiente:
-A los 12 meses los ratones ya tenían síntomas de sarcopenia.
-A los 24 meses los signos de sufrir sarcopenia y fragilidad ósea fueron mayores.
El investigador Darío Acuña-Castroviejo afirma que la melatonina es necesaria, ya que protege el deterioro mitocondrial que provoca el envejecimiento.