La residencia de Amavir en Alcorcón, Madrid, ha realizado un programa intergeneracional, denominado “Cosas de la edad”. En el proyecto han compartido dos horas diarias, de lunes a viernes, 10 niños de 4 años y 10 residentes, durante seis semanas.

El programa “Cosas de la edad” se emite en el canal #0 de Movistar. Consta de seis capítulos, el primero se ha ofrecido el 10 de septiembre a las 22 horas. Los demás se pueden ver todos los lunes a la misma hora.

En un principio los niños y los mayores no sabían cómo iba a transcurrir las dos horas en las que tendrían contacto.

Cuando se conocieron se asombraron ambos pero en unos segundos uno de los niños se acercó a los abuelos y comenzó a saludarles. De esta forma se rompió el hielo y sus compañeros le imitaron.

Han compartido actividades dentro y fuera de la residencia.

Mientras ha durado el programa, en esas seis semanas, los niños han logrado que los mayores participen en juegos, han dibujado juntos, se han hablado con toda naturalidad y los pequeños han conseguido que realicen los ejercicios de rehabilitación, dándoles ánimos: ¡¡¡Vamos es muy fácil!!!, Ves como sí puedes y Lo has conseguido, han sido algunas de sus frases de aliento a “sus abuelos”.

Se ha podido constatar que los niños transmitían todas sus fuerzas a los residentes, se ha alcanzado una fusión intergeneracional, tanto unos como otros han dado lo mejor de sí mismos.

Esta nueva forma de convivencia favorece a los mayores ya que se sienten acompañados y “obligados”, por la energía que desprenden los niños, a participar en las actividades. Debido a la vitalidad que aportan los críos se transmite un rejuvenecimiento, el deseo de salir de la rutina diaria.

Amavir manifiesta que mientras se ha mantenido la convivencia, “la veteranía y el cariño son la mejor enseñanza para los que tienen toda la vida por delante, mientras que la inocencia y la vitalidad de los niños tienen la capacidad de curar y rejuvenecer”.

En el momento de la grabación del programa, en ningún momento han permanecido solos. Han estado a su lado profesionales de la residencia, un grupo de expertos, un psicólogo evolutivo, un sociólogo intergeneracional y una geriatra, que han comprobado in situ los progresos de cada grupo y en particular el de los residentes.

A la hora de la elección de los mayores todos hacían hincapié en la soledad que sienten.

Los niños antes de tener contacto con los mayores se familiarizaron con materiales que normalmente usan, como el bastón, la silla de ruedas,...

Esta experiencia ha resultado beneficiosa para ambos y unos han transmitido la vitalidad, energía, sencillez,..., y otros han aportado su saber. Se ha realizado a la perfección el intercambio intergeneracional.

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