Con el paso de los años, el cerebro envejece de forma natural, lo que se traduce en una serie de nuevas características que van desde la mayor dificultad para recordar cosas, como una mayor lentitud para realizar tareas cotidianas. Pero existen fórmulas para frenar el envejecimiento del cerebro. Recogemos algunas.
¿Es posible frenar el envejecimiento del cerebro? A pesar de tratarse de un proceso absolutamente natural, y exactamente idéntico a como sucede en otras partes del cuerpo, retrasar el envejecimiento cerebral es posible. De hecho, diversos estudios cifran en un 25 % la influencia genética y en un 75 % la que ejerce el estilo de vida. Por tanto, y respecto a la pregunta con la que arrancábamos, sí, es posible retrasar el envejecimiento del cerebro.
Según explican los profesionales de las residencias de mayores Los Nogales, seguir una dieta saludable y baja en calorías es una estrategia para retrasar el envejecimiento cerebral. Y aunque es algo que debe realizarse en todas las etapas de la vida, durante la tercera edad cobra aún mayor sentido. Desde Los Nogales sugieren una ingesta de hidratos de carbono que no supere el 60 % del total de alimentos diario, un 30 % de grasas y un 15 % de proteína. La restricción calórica, por su parte, busca mantener siempre un peso saludable, lo que a su vez ahuyentará otras enfermedades como la diabetes.
El ejercicio físico es otra clave para retrasar el envejecimiento cognitivo. La actividad física regular, además de proteger nuestro cerebro, hace lo propio a nivel cardiovascular y tiene directo impacto en la salud psicológica, mejorando el bienestar. La clave es adaptar las actividades a las capacidades de cada persona, generalmente ligadas a la etapa vital en que se encuentren. Pero no hay que dejar de realizar actividad física nunca: un simple paseo es mejor que pasar todo el día sentado frente al televisor.
Consejos para retrasar el envejecimiento del cerebro a cualquier edad
Desde Los Nogales enlazan la actividad física con la socialización, ya que permite mejorar el bienestar general de las personas -especialmente de las mayores- y fuerza a ejercitar la mente al hablar o generar recuerdos. Aunque el ejercicio mental debe ser un enfoque terapéutico específico, con actividades como la lectura, la pintura, las manualidades o las matemáticas como ejes de una actividad que mejora las capacidades cognitivas y tiene un impacto directo en la prevención, o al menos el retraso, de enfermedades como el Alzhéimer o la demencia.
En resumen: retrasar el envejecimiento del cerebro es posible con técnicas sencillas al alcance de cualquiera, pero se trata de un proceso que debe realizarse a lo largo de la vida para mantener en buen estado de salud un órgano aún inexplorado que guarda secretos y misterios, y que constituye un pilar de nuestra existencia.
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