El Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla explora las posibilidades de este material como imán y repartidor de moléculas farmacológicas. Los expertos del centro utilizarán el grafeno en una nueva aproximación terapéutica contra la diabetes, que permite la administración de insulina en una sola dosis diaria.
Nanocaballo de Troya
Este 'nanocaballo de Troya' está compuesto por una nanopartícula de grafeno que se une a una molécula de insulina. La nanopartícula de grafeno se utiliza como una especie de imán, mientras que la insulina actúa como una molécula 'repartidora' de fármacos. Esta nanopartícula se puede administrar por vía oral, lo que significa que no es necesario inyectarla.
Una vez que la nanopartícula de grafeno llega al estómago, se une a una molécula de insulina. La insulina se une a una proteína en el estómago llamada 'glicoproteína', que se encarga de transportarla a las células del cuerpo. La glicoproteína se une a la insulina y la transporta a las células, donde se une a un receptor de insulina. Esto permite que la insulina se pueda unir a las células y administrar la dosis correcta de fármacos.
En el Instituto de Investigación Sanitaria de Valdecilla espera que este 'nanocaballo de Troya' pueda utilizarse para tratar otras enfermedades, como el cáncer.
El grafeno es un nanomaterial que durante los últimos años han cobrado mucho interés en medicina entre otras muchas aplicaciones. Las propiedades intrínsecas de este material de carbono y sus estructuras derivadas -como los nanotubos de carbono-, lo convierte en herramientas únicas en nanobiotecnología.
Desde el propio IDIVAL, explican que "su composición elemental, resiliencia, propiedades térmicas y reactividad superficial hacen que tengan un indiscutible interés en nanomedicina y, en particular, desde el punto de vista biológico por su extraordinaria capacidad para capturar biomoléculas en su superficie y su capacidad de calentarse al aplicar luz infrarroja.