Cuidar a personas mayores es más fácil que nunca gracias a las nuevas tecnologías y a dispositivos que permiten gestionar de forma precisa, eficaz y en tiempo real los principales parámetros de salud y seguridad en el hogar necesarios para garantizar la tranquilidad de las familias. SFTone crea un ecosistema en hogares y en residencias de mayores que permitirá mejorar y personalizar la atención. Y a un coste asequible para cualquier bolsillo.
¿Qué es SFTone?
Una plataforma que permite crear un ecosistema de diferentes dispositivos en el hogar. Ese ecosistema es escalable y adaptable a las necesidades del hogar: puedes empezar cubriendo unas necesidades y luego aumentarlo, ya que SFTone controla las diferentes cosas que suceden dentro de un hogar.
¿Está pensado solo para personas mayores?
Inicialmente, se diseñó para personas mayores, pero también sirve para personas con enfermedades crónicas o para quien necesita una monitorización. Por ejemplo, en un hogar puedes monitorizar que no haya fugas de agua, gas o humo, pero también temas de salud como la tensión, la glucosa, el oxígeno o las pulsaciones.
Nuestra diferencia es que podemos monitorizar todo lo que pasa en el hogar. Eso era fundamental cuando empezamos, hace más de tres años. No queríamos esperar a que una persona pulsara el botón de emergencia, como en la asistencia tradicional. Para mí, cuando tienes que apretar el botón, ya es demasiado tarde.
Por eso, el valor añadido es el poder monitorizar lo que está pasando dentro de la casa, lo que requiere hardware y software, para que el sistema analice y clasifique la información y poder tomar decisiones. Y nuestro software también permite hacer el check-in y el check-out de un cuidador a domicilio; eso es importante para las familias.
¿Cuáles son los factores que hacen diferente a SFTone de otros servicios similares?
Para mí eran fundamentales dos cosas: que todo sea muy intuitivo y amigable, porque esto es una tecnología humana, y que fuese asequible, ya que controlar tu salud es un derecho que no debe depender de tu renta. Cuando desarrollas un producto modulable, solo pones lo que necesitas. Eso no sucede con un paquete cerrado. Con SFTone solo controlas lo que necesitas controlar, sin encarecer el producto. Y están las fuentes abiertas. Me parece inadmisible que el ser humano se tenga que adaptar a la tecnología; tiene que ser al revés, que la tecnología que adapte al ser humano.
¿Dónde se almacenan los datos que recopilan los dispositivos de SFTone?
Todo gira en torno a un hub de IoT, una cajita que actúa como cerebro del sistema y que ‘habla’ con los equipos y manda información a la nube, en unos servidores seguros que almacenan los datos. Sería similar al Alexa de Amazon, que interactúa con otros dispositivos, solo que nuestro IoT puede generar su propio wifi si en la vivienda no hay conexión.
¿Qué tipo de dispositivos se pueden conectar a SFTone? Porque no servirá cualquiera…
Cuando nosotros seleccionamos un dispositivo, necesitamos que cumpla una serie de requisitos: un precio razonable, ya que no lo fabricamos; unas garantías, porque estamos hablando de datos de salud; y acceso al dato, ya que, cuando integramos un equipo, nosotros accedemos a su software para obtener el dato y poder sacar conclusiones. Hemos llegado a acuerdos con compañías que nos ofrecen el dato a un coste razonable.
Ofrecemos el paquete completo, ya que es necesario configurar previamente los dispositivos. El usuario recibe en su casa una cajita con los accesorios que se decida y solo hay que conectarlo y, con una persona que instala los equipos, se deja preparado. Las actualizaciones luego se hacen en remoto.
¿Y cómo utiliza la persona los datos recopilados?
Yo veía cómo mi madre apuntaba en una libreta la tensión. Con STFone el usuario no se tiene que preocupar de nada: tiene una pantalla en la que recibe la información, una tablet o un móvil, por ejemplo, como el recordatorio de tomar una medicina. Si la persona no hace caso al aviso, se repite a los 30 minutos. Si continúa sin hacer caso, el tercer aviso se envía al tutor, cuidador o familiar de la persona para alertarle y que pueda intervenir. Y lo recibirá por email o SMS, por la vía que prefiera.
Respecto al dato, tenemos dispositivos muy fáciles de usar. Con el tensiómetro, por ejemplo, basta pulsar un botón. Luego es el dispositivo el que se sincroniza y recoge el dato, que es analizado por nuestro software para determinar si tiene un rango normal o no. Si detecta un rango crítico, avisa automáticamente al cuidador o al familiar para que esté alerta. Acumular datos no sirve de nada, la clave es analizarlos de forma instantánea, y eso es lo que hacemos. No tiene sentido tener que revisar un listado de datos para detectar anomalías.
¿Se podría utilizar el sistema SFTone en una residencia de mayores?
Por supuesto, en una residencia de mayores la persona tiene su habitación y su vida, por lo que puede estar totalmente monitorizada. Eso, tanto para la residencia como para los familiares, es un valor añadido, ya que permite saber cómo se encuentra la salud del usuario independientemente del seguimiento médico que le haga el centro.
¿Cuánto puede costar SFTone?
A mí me gusta explicarlo poniendo como ejemplo una empresa de alarmas de hogar: busca qué problemas de seguridad puede tener el cliente y después instala una serie de equipos, por los cuales cobra una cantidad mensual, ya que, cuando salte la alarma, enviará a un equipo humano o conectará con los servicios de emergencia.
Nosotros evaluamos los problemas que tiene cada usuario, porque cada persona es diferente, y después determinamos qué equipos necesita. Nos gusta meter el alquiler de los equipos de la cuota porque hace más fácil crear el servicio a la medida de cada cliente. Como referencia, el precio es parecido al que puedes pagar por tener alarma en casa.
¿Cuántos clientes tiene ya SFTone?
Nosotros empezamos hace más de tres años con el desarrollo de esta tecnología, pero la comercialización comenzó justo antes del estallido de la pandemia. Tenemos muchas propuestas para empezar a trabajar ya en varios puntos de España y Estados Unidos, donde ya estamos con varias cadenas. Esto es un problema universal, un señor mayor en Estados Unidos tiene los mismos problemas que tiene mi madre en Cádiz. Ahora vamos a empezar a implementar ya los primeros pilotos de pedidos en firme.