El fenómeno de las socimis especializadas en residencias de mayores lleva varios años protagonizando importantes operaciones en España. El próximo objetivo serán clínicas y hospitales.
La pandemia ha sacudido el sector residencial desde sus cimientos. Primero, por el propio zarpazo que ha supuesto la enfermedad en estos centros, ahora convertidos en los lugares más seguros. Segundo, porque los problemas, cuando no imposibilidad, para prestar una correcta asistencia sanitaria a los usuarios de las residencias de mayores ha abierto el debate sobre la medicalización -o no- de estos centros.
Lo que está claro en esta historia es que España necesita más residencias de mayores. Se calcula que serán necesarias 500.000 camas adicionales hasta 2050 para responder al crecimiento de la población mayor de 65 años. Y esto ha abierto el apetito inversor en estos activos: a las nuevas promociones, que son constantes, se une el nacimiento de socimis especializadas en hacerse con estos centros para su posterior arrendamiento a las gestoras del sector residencial. Un lucrativo negocio en el que destacan Healthcare Activos y Adriano Care.
Sin embargo, no todo termina en las residencias de mayores. Algunos expertos del sector apuntan a que el próximo objetivo de estas sociedades de inversión serán los centros sanitarios: clínicas, hospitales y, en general, cualquier dotación médica serán protagonistas de operaciones similares. Incluso se da por hecho que llegarán a España socimis o empresas especializadas en invertir en este tipo de activos.
Crecerá la inversión en activos sanitarios en España
En Estados Unidos hay casi una veintena de socimis especializadas en centros sanitarios, con activos que superan los 240.000 millones de dólares. Se espera que en Europa surjan durante los próximos años sociedades con intereses similares. Y España será, de nuevo, uno de los mercados más dinámicos. En 2019 había más de 10 millones de españoles con un seguro privado de salud, según la Fundación IDIS. Si ese mismo año había casi 47 millones habitantes en España, supone que alrededor de un 20 % de la población española cuenta con acceso a la sanidad privada. Ello, en un país en el que la cobertura sanitaria pública es universal.
Esta amplia penetración de la sanidad privada en España se traduce en un importante número de hospitales que no pertenecen a las Administraciones. Según datos de Statista, en 2018 había más de 450 hospitales privados en España, frente a los poco más de 340 públicos. Del total de hospitales que había ese año, el 56 % eran privados, algo que ofrece una importante oportunidad para estos fondos de inversión.
Sobre todo, cuando la rentabilidad de las residencias de mayores ha caído un punto durante el último año, hasta el 4,5 %, en parte debido a la pandemia. De ahí que muchas gestoras vayan a buscar diversificar su negocio, algo que incluso se ha visto entre empresas del sector residencial, que ya han movido ficha para añadir a sus carteras de activos clínicas y hospitales. Por no hablar de su creciente protagonismo en los centros de salud mental. Hay mucho en juego.