Para muchas familias en verano empiezan las vacaciones, para otras tantas empieza un drama. La beca comedor se hace más necesaria que nunca.
El verano visibiliza con fuerza las distintas caras de la pobreza, y una de ella tiene que ver con el fin de las ayudas y becas para el comedor escolar. Más de 700.000 niños y niñas se quedan ahora sin el apoyo económico que reciben de la Administración para su alimentación. Pero el hambre no se va de vacaciones.