Las residencias de mayores ya utilizan técnicas de preparación de alimentos para personas mayores con problemas de masticación y deglución, como fórmula para mantener la calidad de las comidas sin perjudicarles.
La alimentación para personas mayores es una de las preocupaciones más acuciantes del sector de atención a la dependencia, dados los vínculos, demostrados por la ciencia, que existen entre las comidas y el bienestar. Pero los menús tienen que adaptarse a las necesidades y limitaciones tanto nutricionales como físicas que tienen los mayores. Y es ahí donde las compañías del sector residencial están poniendo el foco.
Conscientes de que cada vez más personas optan por alargar la estancia de los mayores o dependientes en los hogares mientras sea posible, las residencias se desmarcan potenciando una de las carencias más importantes: la nutrición. De hecho, la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) estima que el 30 % de las personas mayores que viven en domicilios particulares presentan malnutrición.
Hay muchas causas por las cuales los mayores no comen adecuadamente, y van desde la carencia de una cultura nutricional (que es transversal a toda la población) hasta la imposibilidad de mantener una dieta habitual por dificultades en la masticación o la deglución. A ello se suman dificultades económicas derivadas de las bajas pensiones con las que subsisten algunos jubilados, que impiden acceder a ciertos alimentos de mayor calidad, pero también de mayor precio.
Servicio de comidas en residencias de mayores
“Las personas mayores tienen que comer de todos los grupos de alimentos”, apunta Nekane Cárdenas, responsable del departamento de nutrición de DomusVi. “No se trata de elaborar platos diferentes, sino de adaptar los platos a sus necesidades para que disfruten de la comida del mismo modo”, añade.
La compañía es pionera en la adaptación de los alimentos a las particularidades de cada usuario, de manera que se modifica la textura, pero nunca el sabor o el olor de la comida. De este modo, se permite que los mayores sigan consumiendo comidas habituales, solo que adaptadas para que puedan deglutirlas con facilidad. La comida texturizada es una de las técnicas más populares en residencias de mayores, aunque no es la única y cada vez aparecen más novedades capaces de mantener el gusto por la comida sin renunciar a nada.
Consejos para que las personas mayores coman mejor
En este sentido, DomusVi vuelca su experiencia en una serie de consejos para familias y cuidadores a la hora de alimentar a sus mayores. Destacan la necesidad de comer despacio, incluyendo el consumo de porciones de pequeño tamaño que deberán masticarse concienzudamente antes de tragarlas. “Eso favorecerá, además, una buena digestión”, destacan desde la compañía.
También abogan por utilizar utensilios de cocina como ralladores, robots o picadoras, lo que permitirá modificar la consistencia de los alimentos para facilitar su deglución. Aunque subrayan la importancia de cuidar la presentación de los platos para hacerlos más atractivos y apetecibles. “La preparación de los alimentos es la clave, y es importante no prescindir de unos u otros restando variedad y disfrute a las comidas”, reivindica Cárdenas, que subraya que, en el disfrute de la comida, es también importante que las personas se encuentren en un entorno agradable y estén acompañadas, dado que comer es un acto social. “Socializar en las comidas contribuye a dedicar el tiempo necesario a alimentarse, para realizarlo de forma pausada”, añade.