El Ingreso Mínimo Vital (IMV) y su incidencia en la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos de España es un tema que ha generado mucha controversia y debate. En el último año, se han realizado una serie de concesiones y se han favorecido la incorporación de nuevos perceptores, no obstante, estas medidas no han sido suficientes para cumplir con los objetivos previstos en el momento en que se aprobó el Ingreso Mínimo Vital hace tres años.
Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales
Según un análisis realizado por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales, tan solo el 20,8 e la población se encuentra por debajo del umbral de la pobreza que beneifica de este programa. Actualmente, la cuantía media mensual del IMV es de 171 euros y según los datos anteriores, únicamente 1.752.467 personas se han beneficiado, de los cuales 755.752 son menores. A pesar de esta reducida cantidad y a pesar de que un 20,8 e la población no se acerque a los objetivos previstos, sigue siendo un paso importante para alcanzar el bienestar de estos ciudadanos.
Además, de acuerdo con estudios recientes, se ha determinado que el IMV ha llegado a un total de 611.029 hogares, y un elevado índice de tres de cada cuatro solicitudes se encuentran denegadas. Incluso, aproximadamente un 72,2 e los usuarios llamados "destinatarios" no reciben ayudas, y solo el 20,8 e los bajo el umbral de la pobreza se ha beneficiado del IMV.
No se pueden negar las limitaciones alcanzadas en la lucha contra la pobreza y la desigualdad. Los recursos económicos son limitados, y la sobrecarga que a menudo esto genera para el sistema solo puede resolverse con la redistribución de riqueza, es decir, con la creación de políticas de austeridad que permitan a los ciudadanos en situación de vulnerabilidad contar con un salario digno y con un ingreso que los ayude a salir de la pobreza.
Resumen
Aunque el 20,8 de la población bajo el umbral de la pobreza en España haya recibido el IMV, hay que seguir trabajando para lograr los objetivos previstos cuando se aprobó el IMV. En conclusión, hay que seguir buscando formas de expandir la cobertura para alcanzar los objetivos del programa dado que es una cuestión de prioridad nacional para el bienestar de los ciudadanos.
Fuente: Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales