El Longevity Preparedness Index del MIT AgeLab introduce un enfoque renovado para evaluar cómo se prepara una población para vivir más años con calidad. La investigación demuestra que la mayoría de adultos reconoce que vivirá más tiempo, pero no ha tomado las medidas necesarias para garantizar bienestar, autonomía y seguridad durante una vida que puede extenderse tres o cuatro décadas más allá de la jubilación.
Vivir más no significa vivir mejor
El aumento de la esperanza de vida obliga a repensar qué significa “estar preparado para envejecer”. Durante años, la atención se centró casi exclusivamente en el ahorro financiero. Sin embargo, el MIT AgeLab demuestra que este enfoque es insuficiente: la longevidad exige anticipar necesidades de salud, red social, accesibilidad del hogar, planificación de cuidados y capacidad para afrontar transiciones vitales.
Los ocho pilares de la preparación para la longevidad
El índice desarrollado por el MIT analiza ocho dominios clave: salud y autocuidado; finanzas; vivienda; cuidados; conexiones sociales; comunidad; actividades cotidianas; transiciones vitales. Este marco plantea que envejecer bien implica equilibrio entre recursos, entorno, relaciones y capacidad de adaptación, no solo estabilidad económica.
Un país poco preparado para vivir más años
Los resultados del Longevity Preparedness Index muestran que la preparación global se sitúa en niveles medios-bajos. La mayoría de personas reconoce su preocupación por el envejecimiento, pero no ha tomado medidas en áreas decisivas como cuidados futuros, adecuación del hogar o mantenimiento de redes sociales. Las carencias más marcadas aparecen en planificación de cuidados, adaptación de vivienda y prevención en salud. Las puntuaciones más altas se registran en comunidad y conexiones sociales, factores protectores frente a la soledad y el deterioro funcional.
El reto de fondo: pasar de la intención a la acción
El MIT AgeLab señala tres pasos clave: tomar conciencia de las necesidades reales de una vida larga; evaluar objetivamente la situación personal en los ocho pilares; actuar de forma anticipada adaptando vivienda, reforzando hábitos de salud, planificando apoyos, manteniendo comunidad y diseñando una estrategia financiera coherente con décadas de longevidad.
Resumen
El Longevity Preparedness Index redefine la conversación sobre envejecimiento: no basta con tener pensión, salud o ahorro. Envejecer bien exige anticipación integral en vivienda, cuidados, comunidad, finanzas, conexiones sociales y resiliencia vital. La longevidad es una oportunidad, pero solo lo será para quienes se preparen con realismo y anticipación.
Referencias
https://agelab.mit.edu/retirement-and-longevity-planning/blog/longevity-preparedness-index-measuring-longer-better