Fondos de inversión y promotores inmobiliarios pujan con fuerza por residencias para mayores, que se han convertido en un cotizado activo cuyos precios se han encarecido un 50 % en apenas un año. ¿Estamos ante una burbuja en la compra de residencias para mayores?
Una residencia para mayores con 100 camas podía costar 4 millones de euros hace un año. Hoy, esa misma residencia puede costar 6 millones de euros. Es un ejemplo que destaca la consultora Angomed en un informe que cifra en un 50 % el encarecimiento, en apenas un año, de las residencias para mayores como activo de inversión.
Según Angomed, en los últimos tres años se ha revitalizado el mercado de las residencias para mayores, auspiciado por fondos de inversión y promotores inmobiliarios. La escasez de centros independientes, la mayoría de los cuales ya han sido integrados en grandes grupos internacionales, ha llevado a muchos inversores a apostar por la compra de suelo para levantar en esos terrenos nuevas residencias para mayores. La construcción de un nuevo centro permite alargar la inversión hasta 24 meses y, de paso, abaratar en ese 50 % el coste final.
Las residencias se encarecen un 50 % en un año y agitan el riesgo de burbuja
Se calcula que el número de promotores y constructores que han entrado en el negocio residencial ha aumentado en un 15 % en los últimos meses, lo que evidencia el interés del sector inmobiliario en general por estos activos, cuyo rendimiento se produce a largo plazo por las cuotas que abonarán durante años los residentes o las subvenciones a las que podrán optar en el futuro.
Sin embargo, tanto el aumento de actores implicados en el negocio como el incremento del coste de estos activos lleva a pensar en una posible burbuja en un sector que, sin embargo, todavía tiene margen de crecimiento. Y es necesario, al menos en España: se calcula que el país necesitará 500.000 camas adicionales hasta 2050 debido principalmente al envejecimiento de la población.
Una
oportunidad de negocio en el sector de los mayores para la que ya se está moviendo ficha por parte de actores que ven en el sector residencial un atractivo vehículo de
inversión con verdadero futuro. Prueba de ello son
las operaciones que durante los últimos meses se están viendo en España, y que han contribuido a continuar reorganizando el negocio de las residencias para la tercera edad.
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