Amavir ha celebrado por 14º año sus campamentos de verano intergeneracionales, donde niños y mayores conviven y se enriquecen mutuamente en lo que se ha convertido en un plan pionero en España.
Amavir ha celebrado un año más sus campamentos de verano intergeneracionales, donde grupos de niños y niñas de entre 6 y 12 años conviven durante una semana con mayores residentes en algunos centros de la compañía.
Este año, las residencias para mayores de Amavir en Navarra (Oblatas, Mutilva, Ibañeta, Argaray y Betelu), junto a cuatro centros en Madrid, dos en Cataluña y un en Guadalajara y Valladolid, han sido los elegidos para organizar la 14ª edición de los campamentos intergeneracionales de verano Amavir.
Cómo son los campamentos intergeneracionales de verano de Amavir
Esta experiencia pionera en España organiza grupos de 15 o 20 niños que acuden durante una semana, desde las 9.00 hasta las 18.00, a algunas de las residencias para mayores que participan en el programa. Allí conviven con los mayores residentes, con quienes realizan juegos y actividades que permiten crear un vínculo intergeneracional que mejora la calidad de vida de los mayores, como se ha demostrado científicamente, y potencia la cultura y empatía de los más pequeños.
Los campamentos intergeneracionales de Amavir cuestan 25 euros por niño, cantidad que se destina íntegramente a sufragar la manutención durante la semana que dura la estancia, que respeta los horarios de los mayores para proteger su descanso y normalidad. No obstante, la residencia Amavir Ibañeta cuenta con una modalidad especial: los niños se hospedan en la residencia durante la semana de campamento, lo que aumenta aún más el vínculo que crean con los mayores, que en muchas ocasiones son sus propios familiares.
Amavir apuesta por campamentos de verano intergeneracionales Navarra, Madrid, Cataluña y Castilla-La Mancha
Con estos campamentos de verano, Amavir continúa y demuestra su apuesta por la
intergeneracionalidad como vehículo para mejorar la salud física y cognitiva de los residentes de los
centros residenciales con que cuenta por toda la geografía española. Un proyecto que después de 14 años en marcha sigue siendo imitado y que demuestra la importancia de apostar por las
experiencias intergeneracionales como forma de enriquecer a quienes participan en ellas, máxime en la época estival, donde es frecuente que los padres apunten a sus hijos a campamentos de verano para que aprendan nuevas habilidades que los acompañarán de por vida. Quién sabe cuántos de los niños que participan en estas
experiencias intergeneracionales de Amavir terminarán dedicando su vida a los mayores.