Las estancias temporales en residencias para personas mayores y dependientes han experimentado un notable aumento durante los meses de verano, coincidiendo con el periodo vacacional de muchas familias. De acuerdo con datos proporcionados por la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), el 25% de estas estancias se solicitan como una medida de respiro para los cuidadores no profesionales, quienes desempeñan un papel fundamental pero frecuentemente pasan desapercibidos, soportando una considerable carga física y emocional a lo largo del año.
Un estudio del IMSERSO revela que el 72% de los cuidadores no remunerados que atienden a familiares mayores o dependientes presentan síntomas de agotamiento emocional. “Cuidar adecuadamente implica también la necesidad de descansar. Las estancias temporales ayudan a aliviar la presión sobre los cuidadores y garantizan que la persona dependiente continúe recibiendo atención de calidad”, afirman desde AESTE.
Una alternativa flexible y beneficiosa para todos
A pesar de que las instituciones públicas no suelen considerar este recurso, las estancias temporales representan una modalidad de alojamiento residencial que permite a las personas mayores permanecer en un centro especializado durante días, semanas o meses, sin requerir un ingreso permanente. Durante su estancia, tienen acceso a servicios similares a los ofrecidos a residentes de larga duración: cuidados, atención sanitaria, apoyo psicológico, actividades recreativas, rehabilitación y fisioterapia, entre otros.
Aunque están disponibles todo el año, la demanda se intensifica entre junio y agosto. Más del 40% de las estancias por respiro familiar se concentran en estos meses estivales. Según AESTE, el 58% de los ingresos temporales tienen una duración que oscila entre uno y tres meses, coincidiendo con las vacaciones de los cuidadores.
Combatir la soledad y conocer el entorno residencial
Aparte del respiro familiar, el 65% de las estancias temporales se destinan a necesidades de recuperación tras hospitalizaciones, con un enfoque terapéutico que incluye rehabilitación física o cognitiva según las necesidades individuales. También hay casos en los que personas mayores optan por cambiar temporalmente su entorno durante el verano, alojándose en residencias ubicadas en zonas costeras o montañosas, disfrutando así de un ambiente vacacional sin renunciar a la asistencia médica y cuidados profesionales.
No solo los cuidadores se benefician; quienes acceden a estas estancias temporales también encuentran en las residencias una oportunidad para combatir la soledad no deseada, especialmente acentuada en verano debido a la alteración de rutinas y la ausencia frecuente de familiares. El entorno residencial fomenta la socialización, el acompañamiento y el bienestar emocional.
Una herramienta de apoyo disponible todo el año
“Cuidar bien implica saber descansar. Las estancias temporales son una herramienta compartida para el bienestar tanto del cuidador como del destinatario del cuidado”, sostienen desde AESTE. Un estudio realizado por la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) indica que el 80% de los cuidadores reconoce haber perdido autonomía sobre su tiempo libre, mientras que el 60% ve afectadas sus vacaciones. Estas cifras subrayan la necesidad urgente de visibilizar el desgaste asociado al cuidado de personas dependientes y resaltan la importancia de ofrecer apoyos como las estancias temporales en residencias.
Desde AESTE enfatizan que estas estancias no son una solución exclusiva del verano. Están disponibles durante todo el año para atender diversas situaciones: desde recuperaciones postoperatorias hasta momentos puntuales en los que el entorno familiar no puede hacerse cargo del individuo dependiente.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
25% |
Estancias temporales solicitadas como medida de respiro para cuidadores no profesionales. |
72% |
Porcentaje de cuidadores no remunerados que sufren síntomas de agotamiento emocional. |
40% |
Estancias por respiro familiar que se concentran en los meses estivales. |
58% |
Ingresos temporales con una duración de entre uno y tres meses. |
65% |
Estancias temporales que responden a necesidades de recuperación tras una hospitalización. |
80% |
Cuidadores que reconocen haber perdido autonomía sobre su tiempo libre. |
60% |
Cuidadores cuyas vacaciones se ven afectadas. |
Preguntas sobre la noticia
¿Qué porcentaje de estancias temporales en residencias responden a la necesidad de respiro de los cuidadores?
Según datos de AESTE, el 25% de las estancias temporales se solicitan como medida de respiro para los cuidadores no profesionales.
¿Cuáles son los beneficios de las estancias temporales para los cuidadores?
Las estancias temporales permiten aliviar la presión que sufren los cuidadores y asegurar que la persona dependiente continúe recibiendo cuidados de calidad.
¿Qué porcentaje de cuidadores no remunerados sufren síntomas de agotamiento emocional?
El 72% de las personas que cuidan de forma no remunerada a familiares mayores o dependientes sufren síntomas de agotamiento emocional, según IMSERSO.
¿Durante qué meses aumenta la demanda de estancias temporales?
La mayor demanda de estancias temporales se concentra entre junio y agosto, coincidiendo con el periodo vacacional.
¿Qué otros motivos existen para solicitar estancias temporales además del respiro familiar?
El 65% de las estancias temporales responden a necesidades de recuperación tras una hospitalización, y algunas personas mayores optan por cambiar temporalmente su entorno durante el verano.
¿Cómo ayudan las estancias temporales a combatir la soledad en personas mayores?
Las residencias ofrecen un entorno que favorece la socialización, el acompañamiento y el bienestar emocional, ayudando a combatir la soledad no deseada.
¿Son las estancias temporales solo una solución para el verano?
No, las estancias temporales están disponibles durante todo el año para atender diversas situaciones, incluyendo recuperaciones postoperatorias y momentos puntuales en los que la familia no puede hacerse cargo del dependiente.