Todos los días, y en estos momentos de forma especial, los profesionales sociosanitarios hacen el mejor uso de los recursos que disponen y ponen todo su saber hacer para llevar adelante la compleja labor que tienen encomendada. Ahora la tarea asistencial está cargada de tensión, y de altísimas dosis de responsabilidad y entrega hacia las personas atendidas.
Tensión por varios motivos, pero sobre todo por como esta pandemia está afectando y por los insuficientes recursos que disponen los centros y servicios sociosanitairos para evitar el contagio de usuarios y del personal. Tensión al intentar aplicar las necesarias indicaciones de las autoridades sanitarias, que en ocasiones chocan con los recursos disponibles, e incluso con las condiciones arquitectónicas de las residencias, construidas cumpliendo escrupulosamente la normativa. Tensión por el delicado estado de salud física y mental, así como la fragilidad que caracteriza a las personas usuarias de residencias y SAD, que se está viendo comprometido por las consecuencias de la pandemia.
Por parte de los profesionales sociosanitarios, altísimas dosis de responsabilidad y entrega hacia las personas que atienden, priorizando la asistencia y los cuidados de las personas dependientes o con discapacidad, por encima de otras consideraciones.
Con la vuelta a la normalidad se habrá de tomar muy en cuenta lo sucedido durante la pandemia, sobre todo lo que esta situación ha desvelado; hemos de aprender de lo sucedido, para avanzar en la mejora de las tareas asistenciales que tenemos encomendadas. Será entonces cuando se han de abordar cuestiones pendientes desde hace demasiado tiempo, como avanzar de forma decidida en la coordinación eficiente entre el Sistema de Autonomía y Atención a la Dependencia y el Sistema de Salud, que tan útil estaría siendo en los momentos presentes y tan necesario es en todo momento, para garantizar la mejor atención sanitaria de las personas en situación de dependencia o con discapacidad.
Los profesionales de residencias y SAD asumen la situación actual y cumplen su labor asistencial, con la mirada puesta en facilitar el bienestar y calidad de vida de las personas que atienden, a los que ponen por delante de cualquier otra cuestión; nuestro aplauso y nuestro agradecimiento, pues su ejemplo diario nos hace sentirnos más orgullosos si cabe, de nuestros compañeros.
Luis Ángel López
Presidente de Sprode