Implantar modelos centrados en la persona empieza a ser un mantra que se repite de manera continua. El nuevo acurrdo marco obliga a la formación de todos los profesionales en los principios y técnicas básicas para trabajar siguiendo estos modelos.
Trabajar bajo el modelo de ACP es algo más que un modelo. Requiere de ”una mirada” específica. Las miradas relejan actitudes, intereses, prejuicios y objetivos. “La mirada” de un profesional determina su capacidad para centrarse o no en la persona a la que cuida.
Pero “la mirada” no es solo cosa de personas, es también de organizaciones y de directivos.
Resulta del todo imposible implantar sistemas de ACP cuando el cuadro directivo no consigue poner a las personas en el centro. Y digo personas, pues se trata de todas las personas (usuarios, familiares y trabajadores). Sólo un directivo que dirige desde las personas podrá implantar modelos ACP en su centro. Si no es así, hará cumplir protocolos que estarán muy lejos de poner a las personas en el centro.
Las organizaciones muestran “su mirada” desde los procedimientos, las estructuras de gestión, las infraestructuras que definen y su cultura. Una organización no centrada en la persona no podrá implantar un modelo ACP.
Serán necesarias muchas acciones de sensibilización para hacer posible que la ACP sea una realidad. Si no tomamos consciencia de la realidad que impulsa el auténtico cambio en nuestro sector, difícilmente lograremos establecer cambios de manera profunda. Tan sólo conseguiremos un efecto cosmético con escaso recorrido.
Es posible que logremos crear modelos de calidad, protocolos de actuación e incluso sistemas de acreditación basados en cumplimiento de protocolos que no provoquen cambios reales en las acciones diarias de los profesionales que cuidad de nuestros mayores.
Para concretar las grandes palabras que el modelo ACP nos plantea, AMADE propone un recopilatorio de relatos novelados en los que sea la ropa del usuario la que cuente cómo recibe ese trato centrado en su persona por parte de cuidadores y terapeutas.
Os invitamos a participar a hacer visible cómo una caricia, una mirada, un silencio… es ACP y cómo en las cosas más pequeñas, que son difíciles de recoger en los protocolos, se marcan las diferencias entre el trabajo centrado en las personas y el trabajo concentrado en la tarea.
“…por las tardes, cuando la actividad en el centro está más tranquila y ya han llegado las prendas de la lavandería, Carmen sube a su habitación; mis compañeros y yo nos ponemos muy contentos porque nos gusta cuando Carmen abre el cajón donde guarda su ropa interior y coloca los trocitos de jabón entre las prendas… me hace acordarme del olor de aquella casa en la que me tendían al sol, menos mal que la chica que nos devuelve al cajón sabe lo importante que esto es para Carmen” .
Anímate a participar…
Inmaculada Cerejido
Directora general de Amade
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