Con cuatro centros en Madrid, Neurovida se ha convertido en un nuevo concepto de centro de día: más humano, más personalizado y más centrado en la realidad de quienes acuden cada día a seguir sus terapias y a socializar con otras personas. Porque los centros de día de Neurovida van más allá de la rehabilitación: buscan el cariño.
Neurovida acaba de abrir un nuevo centro en Madrid. ¿Cómo es y dónde se ubica?
Es nuestro cuarto centro en Madrid, un orgullo y un esfuerzo muy grande. Es un espacio diseñado acorde a las necesidades post-pandemia que nos hemos encontrado. Está en la zona de Argüelles y busca, principalmente, aparte de seguir con nuestro circuito terapéutico, abordar la soledad no deseada. Queremos seguir rompiendo con el modelo clásico de centro de día.
¿Cuáles son estas necesidades que habéis detectado tras la pandemia?
Antes de la pandemia no había ningún miedo a permanecer por tiempos más largos en espacios cerrados, y ahora la gente prefiere centrarse en medias jornadas, tiempos más cortos de estimulación, socialización u ocio terapéutico, en el que siempre hemos profundizado.
La gente busca un apoyo emocional, aunque tengan la necesidad de tratar una enfermedad neurodegenerativa. Buscan la socialización a corto plazo, por lo que se han centrado en esos tiempos más cortos y con objetivos muy claros.
Por eso, este nuevo centro de Neurovida se centra en una forma diferente de seguir trabajando con un enfoque multidisciplinar, pero en espacios cortos de tiempo y en sesiones cortas, con grupos más pequeños.
¿En qué se caracteriza el enfoque asistencial de los centros de Neurovida?
Neurovida, aparte de ser un espacio de estancia diurna con un circuito terapéutico para estimulación cognitiva, física, funcional y emocional, siempre se ha dirigido a trabajar la parte social y de convivencia, con talleres de arteterapia, dinamización social o musicoterapia.
Queremos seguir siendo un centro más digno, más adulto, más cercano, social e integrador. Queremos concienciar a las personas sobre lo que significa hacerse mayor o tener una patología como Alzheimer o Parkinson. Por eso, nuestro día a día busca apoyar esa dignidad de la persona.
Desde que nacemos somos un individuo excepcional, y nosotros queremos seguir manteniendo esa filosofía, con grupos para trabajar una misma terapia, pero sabiendo que cada persona del grupo tiene una necesidad diferente y tiene que trabajarla, por tanto, de un modo diferente. No queremos salirnos de esa forma de trabajar, sino mantener siempre a la persona en medio de todas las terapias que hagamos.
Neurovida hace una apuesta importante por el uso de tecnologías y novedades terapéuticas, por ejemplo con tratamientos específicos para personas con secuelas post-COVID19. ¿Qué novedades recientes han introducido?
En innovación hacemos lo que podemos dentro del sector al que pertenecemos. Somos centros de día muy centrados en daño cerebral, traumatismos, etc., por lo que hemos incorporado innovación, como máquinas que hacen trabajo de miembros superiores y que ayuda a percibir movimientos que no se perciben con trabajo manual, por ejemplo. Para nosotros la innovación siempre es un apoyo, pero nunca va a ser la prioridad en una rehabilitación. La prioridad es el acompañamiento por un técnico.
Trabajamos con programas de estimulación cognitiva, pero lo que buscamos es que las personas mayores estén concienciadas con las nuevas tecnologías. Tenemos muy presente que las personas mayores están aprendiendo a utilizar tecnologías bancarias, y nosotros es ahí donde queremos que sepan cómo evolucionar un poco en ese sentido con instrumentos innovadores.
De hecho, hemos incluido en las tarifas de Neurovida telemedicina 24 horas, por lo que dispondrán de acceso individualizado. Buscamos la innovación que tenga sentido para el público al que nos dirigimos, y hemos visto que hay una lista de espera brutal en los servicios sanitarios y que muchas personas buscan una consulta o una segunda opinión, y no necesitan ir a un centro de salud.
Neurovida tiene cuatro centros en Madrid, algo que ha logrado en pocos años.
Sí, abrimos a finales de 2015 nuestro primer centro, en el Paseo de la Habana. En 2017 cogimos un centro en la calle Hermosilla, y a finales de 2019 abrimos nuestro tercer centro, en Parque de las Avenidas. Ahora hemos abierto el cuarto, que se ha retrasado un poco por la pandemia. Buscamos seguir creciendo sin perder la calidad del servicio que tenemos. Mientras podamos hacerlo, seguiremos creciendo.