El psiquiatra ofreció una conferencia magistral para analizar el poder de la mente en el envejecimiento, promovida por el Centro de Investigación Ageingnomics de Fundación MAPFRE.
“Si me preguntaran una variable fundamental para incrementar el poder de la mente es la esperanza de vida. La duración de nuestra vida es algo fundamental… Y España es un ejemplo. La edad media de las mujeres ha alcanzado los 86,5 años, sobrepasando la de las singapurenses y solo superada por la de las japonesas. “Viven mucho, porque hablan mucho”.
Con este arranque, el auditorio de Fundación MAPFRE abrazó con una sonrisa cómplice a uno de los doctores más internacionales, profesor de psiquiatría y miembro de la Academia de Medicina de Nueva York, Luis Rojas Marcos.
El poder de la mente en el envejecimiento y los ingredientes para potenciarla fueron los elementos que guiaron la conferencia magistral. La ponencia, enfocada en la longevidad y en cómo la perspectiva optimista contribuye a la superación de enfermedades -y que, en anteriores ediciones, ha contado con científicos de renombre como Eva Cortina y María Blasco-, se enmarcó en el Seminario Académico 2022 sobre Economía y Longevidad, organizado por Fundación MAPFRE y la Fundación Gaspar Casal.
El director general de la Fundación, Julio Domingo, cifró en tres los grandes desafíos a los que se enfrenta la sociedad actual: envejecimiento, cambio climático y transformación digital. Y anticipando la importancia de las recetas que, a continuación, brindaría Rojas Marcos, apeló al cambio de actitud necesario para valorar las oportunidades que aporta el rejuvenecimiento. Se puede contribuir a superar el síndrome paternalista y el edadismo con proyectos de impacto social e investigación como los que presenta la Fundación.
Comunicación y control de la mente
Rojas Marcos ofreció varios ingredientes para mejorar la calidad de vida de las personas, con independencia de su edad. Una de ellas, la extroversión. “La persona que tiende a comunicar y a relacionarse tiene ventajas en muchos sentidos; es mi teoría”. Llevó la comunicación a un plano íntimo, partidario de que las personas hablemos con nosotras mismas. “No se ha prestado atención a la importancia de hablar solos. De niño, yo era muy hiperactivo”, recordó. “No interrumpas, da las gracias, exprésate bien -me repetían. Nunca me dijeron: cuando te hables, háblate bien, con cariño”.
Centrándose en el envejecimiento pidió no caer en el mismo estigma que el que ha pesado sobre la salud mental. “Cuando la sociedad exige que a determinada edad te metas en casa es un problema”. Sus esfuerzos, como los de la Fundación y el Centro Ageingnomics, también se dirigen a dedicar energía y recursos a aprender y estudiar la calidad de vida de las personas mayores.
Para sentirse bien en todos los planos, como aúna el concepto de salud según la Organización Mundial de la Salud, es importante el ejercicio físico regular (“te provoca la vida y añade vida a los años”).
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Fuente: Fundación Mapfre-AgeingNomics / Redacción