Bruno Bodega y Miguel Usábel son cofundadores del proyecto Anubis Analytics, del que el primero es CEO y el segundo director ejecutivo, y que está desarrollando un dispositivo que tomará mediciones de algunas constantes vitales de las personas, las analizará y permitirá llevar un control automatizado de la salud de las personas, especialmente las mayores. Hablamos con ellos para conocer mejor este innovador enfoque.
¿Qué es el proyecto Anubis Analytics? ¿En qué consiste?
Miguel Usábel: El proyecto Anubis es multidisciplinar, en el que nos ponemos de acuerdo actuarios de seguros y expertos en tratamiento de datos que habíamos trabajado en consultoría y compañías aseguradoras, así como un equipo de médicos, enfermeras y personal asistencial acostumbrado a contacto con el mayor, y personas con experiencia en temas informáticos y desarrollo de aplicaciones, así como expertos en inteligencia artificial y electrónica. Todos estos saberes, confluyen en el proyecto Anubis, que inicialmente nace en un plano académico e investigador para mejorar la calidad de vida de las personas basándose en la ciencia del dato.
¿Qué aporta Anubis Analytics?
M. U.: El proyecto Anubis tiene varias líneas de actuación. La primera es la evaluación: detectamos un nicho, una necesidad, de que los mayores sean evaluados, donde no hay estándares. Lo primero que hacemos es formularios de evaluación, porque existen muchos, pero son largos y poco operativos. Nosotros, tras muchos años de investigación, los hemos resumido para que, en muy pocas preguntas, seamos capaces de evaluar.
Otra contribución viene en la detección y diagnóstico en remoto. Estamos desarrollando un aparato con varios dispositivos integrados, de uso amable para los mayores, para que, en menos de 30 segundos, se tomen constantes y se envíen a un servidor en el que se almacenan y se dan consejos de salud para el usuario. Es un proyecto que hacemos con la Fundación Larramendi - Fundación Mapfre.
Bruno Bodega: Lo que buscamos es poner la ciencia del dato al servicio de la atención centrada en la persona de verdad, para que los profesionales puedan evaluar, diagnosticar y pautar un tratamiento.
Esta solución es para profesionales y no tanto para el usuario final.
M. U.: Sí, la ubicación sería social: centros de día, gimnasios, residencias de mayores, sedes de fundaciones, etc. A nivel rural hemos visto bastante interés, ya que Mapfre tiene una gran capilaridad y presencia en estas zonas. Una de las ideas es ubicar en la red de agencias de Mapfre en toda España este dispositivo. O en ayuntamientos, donde se podría ubicar la máquina, que es muy fácil de usar.
Si una empresa quisiera implementar este dispositivo, que permitiría recopilar información de sus usuarios, ¿qué puede hacer después con esos datos?
M. U.: El dato viaja a nuestro servidor con la periodicidad que quiera cada persona. Cada usuario está identificado con una ID anónima, y se recoge la información y su evolución. Luego tenemos un programa de inteligencia artificial que saca diferentes conclusiones, ya sean en cuanto a la evolución, despertando algunas alarmas sobre situaciones de agravamiento de la fragilidad, o un aumento de frecuencia cardiaca o de la tensión arterial, por ejemplo, con alarmas para que esta persona, a través de sus responsables médicos, puedan tener información sobre ello. También podemos hacer estadísticas de forma agregada sobre una residencia, por ejemplo.
La escasez de médicos provoca que estas mediciones no sean tan fáciles, por lo que tener una máquina fiable que puede recoger estos parámetros médicos que pueden ser procesados de forma automática es importante. Vamos a tender a un modelo en el que, bien por deslocalización, bien por escasez de profesionales, tener un sistema así va a ser muy importante.
¿Qué tipo de datos se recopilan en el proyecto Anubis Analytics?
M. U.: Estamos empezando con tensión arterial, temperatura, saturación de oxígeno, pulsaciones, electrocardiograma de dos canales -que podremos ampliar a más- y estamos barajando una talonera que mide la osteoporosis. También tenemos básculas talita, que tienen medidores de impedancia para la composición corporal. Es un proyecto bastante ambicioso, pero ahora mismo estamos en investigación pura con solo tres mediciones.
¿Habría que llevar puestos estos dispositivos?
M. U.: No. La idea es que estén ubicados en un lugar concreto, como un ayuntamiento o un centro de mayores, y que haya una rutina de uso. Igual que te tomas una pastilla, pues vas a la máquina y te haces el chequeo.
B. B.: Es muy poco invasivo.
M. U.: La idea es que no tenga que estar presente ningún profesional sanitario: que cualquier persona, de forma automática, lo pueda utilizar igual que te sientas en un fotomatón. Que se pueda usar de forma autónoma, porque entramos en un escenario no deseable, pero real, de escasez de personal sanitario.
El proyecto Anubis Analytics está actualmente en investigación, pero ¿qué planes sobre plazos tienen a la hora de sacar una primera versión al mercado?
M. U.: Tendremos algo instalable antes del verano, aunque se va a necesitar un periodo de pruebas por tratarse de un tema de salud. Quizás con dos o tres sensores de variables. No se trata de eso ahora mismo, sino del concepto de que estás siendo monitorizado y que las Autoridades o las residencias tienen algo para la solución a un problema.
¿Estáis hablando ya con instituciones o empresas para que se unan al proyecto?
M. U.: Sí, estamos trabajando con la Fundación Mapfre y valorando que la compañía pueda interesarse en su implementación a nivel agencia, en esas oficinas. Queremos darlo a conocer y que se pueda beneficiar la sociedad en su conjunto de Anubis. Estamos abiertos a cualquier colaboración.