El Convenio Estatal de Dependencia, como coloquialmente es conocido, es la base para el reconocimiento de los derechos laborales de las profesionales y los profesionales (minoría) que cuidan a las personas que no pueden valerse por sí solos, que cuidan a nuestros mayores.
Históricamente los cuidados a las personas mayores que no podían valerse por sí mismos, los venían prestando los familiares directos, las hijas. Nuestros abuelos fueron cuidados por nuestras madres. Pero en la sociedad occidental y en la cultura mediterránea en la que nos encontramos, esta tendencia ha cambiado debido a la incorporación de la mujer al mercado laboral (ya que el hombre siempre ha estado fuera de casa…) para mantener la economía familiar, por lo que esos cuidados tienen que ser prestados por otras personas y/o instituciones especializadas.
Esas personas que cuidan a nuestros mayores, en el 2018 siguen teniendo un Convenio muy por debajo de otros Convenios de sectores “masculinizados”; por lo tanto, el reto para nosotros debe ser intentar equiparar el Convenio de la Dependencia con esos Convenios.
Cuando desde UGT NO hemos firmado el actual VII Convenio Colectivo, es porque firmemente creemos que supone un paso atrás, entendemos que “desprofesionaliza” a las trabajadoras de la Dependencia y rompe con la línea de avance que creemos que tiene que seguir la sociedad y todos los actores que componen el mundo de la Dependencia (Administraciones Públicas, Trabajadores a través de los Sindicatos, Patronales, Dependientes…).
Este Convenio ha supuesto que, tras 42 largos meses de negociación, UGT se desmarcara y pasara a la acción denunciando los artículos que pueden suponer un paso atrás o una vulneración de derechos para las más de 200.000 trabajadoras y trabajadores susceptibles de aplicación del mismo; por un lado, se desprofesionaliza a la “Gerocultora” con una cláusula que permite a las empresas encomendarles tareas de limpieza en momentos puntuales y, por otro lado, pone en peligro la figura de las limpiadoras ya que en algunos casos podrían pasar a ser prescindibles para los empleadores. Pese a los argumentos esgrimidos por quien SI firmó este convenio de separar los grupos profesionales, la “desprofesionalización” es un hecho.
Tras la firma del VII Convenio Colectivo y la apertura de la Negociación del VIII, se ha abierto un hilo de esperanza para UGT; por un lado, la representación de la Patronal ha cambiado entrando a escena nuevas formaciones como CEAPs o ASADE y, por otro lado, en la parte Social o Sindical también ha cambiado el panorama y ahora UGT, tras las últimas certificaciones, tiene una ligera mayoría sobre CCOO, lo que supone que este sindicato no podría firmar en solitario el próximo VIII Convenio, como sí lo hizo con el VII Convenio.
Desde UGT, afrontamos la negociación del VIII Convenio con ilusión, con la ilusión de poder revertir la desprofesionalización de las trabajadoras del Sector de la Dependencia, con la ilusión de visibilizar este Sector y sus profesionales, con la ilusión de hacer ver a la sociedad la importancia que tienen las personas que cuidan a personas que no pueden valerse por sí mismas….
Y como no puede ser de otra forma, esta ilusión va acompañada de firmeza, de la firmeza que mantuvimos en el VII Convenio con las mismas reivindicaciones que no conseguimos plasmar en su día, pero, por supuesto, sin perder de vista el AENC (Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva 2018-2020) que firmamos con las grandes Patronales CEOE y CEPYME, y que supone unos incrementos salariales que deben ser la base para comenzar a negociar y, por último, con el objetivo de poner en valor a las personas que cuidan a nuestros mayores y dependientes, para que el discurso de los nuevos modelos de gestión de la dependencia (Atención Centrada en la Persona) que ponen en valor a los usuarios, vaya acompasado y no se quede en meras declaraciones de intenciones de las empresas.
Luis M. Monforte
Secretario Regional del Sector Autonómico y Sociosanitario
Federación de Empleadas y Empleados de los Servicios Públicos (FeSP) de UGT Castilla-La Mancha