La residencia Albertia Puertollano ha comenzado a realizar sesiones sensoriales en la sala Snoezelen, hasta ahora con resultados muy positivos.
Albertia Puertollano está apostando por las sesiones sensoriales en su sala de estimulación sensorial Snoezelen. La residencia, ubicada en esta localidad de Ciudad Real, lleva tiempo realizando sesiones sensoriales en las que combina distintos materiales, como parte de su apuesta por nuevas terapias no farmacológicas.
Su sala de estimulación sensorial cuenta con un tubo de burbujas, proyector visual, suelo texturizado o reproductor de música. Aparatos de alta tecnología que se complementan con pelotas Bobath y con artilugios manipulativos que proporcionan a los usuarios información táctil y sensorial en un entorno creado expresamente para mejorar sus capacidades sensoriales en la medida de lo posible. También utiliza cremas y lociones con olores para la estimulación olfativa.
Sesiones snoezelen en Albertia Puertollano para la estimulación sensorial
Albertia Puertollano está impartiendo sesiones snoezelen de 20 minutos de duración y a dos participantes al mismo tiempo como máximo, de manera que puedan aprovechar todo el potencial de la sala. Los usuarios, con la ayuda de una terapeuta ocupacional, reciben estimulación sensorial a nivel visual, táctil, olfativo, auditivo y, en ocasiones, gustativo. Los cinco sentidos están presentes en las sesiones, adaptadas a las necesidades de cada persona con el fin de mejorar su estado de ánimo y de impactar en aquellas áreas que tengan comprometidas.
Las sesiones snoezelen de Albertia Puertollano están funcionando de manera positiva, como ha informado el centro. Los usuarios presentan mayor nivel de alerta tras las sesiones y sus expresiones faciales y corporales se ven mejoradas. Además, en personas con el lenguaje verbal alterado se observa una mejora y aumento de la verbalización. Asimismo, el hecho de utilizar recursos multimedia evoca recuerdos del pasado y mejora la memoria, la concentración y la atención.
La estimulación sensorial cada vez es más utilizada en residencias y centros de día para mayores, ya que permite
ejercitar capacidades en muchas ocasiones comprometidas por enfermedades neurodegenerativas como la demencia. Asimismo, refuerza la autoestima de los usuarios porque les devuelve la conexión con el entorno, además de potenciar en la medida de lo posible sus capacidades.