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Entrevista con el presidente de la cooperativa cohousing Convivir

Ernesto Cabello: “Lo fundamental del cohousing es poder controlar dónde pasar el resto de tu vida”

Ernesto Cabello es presidente de la cooperativa de cohousing Convivir, ubicada en Cuenca. / Foto: NGD.
Ernesto Cabello es presidente de la cooperativa de cohousing Convivir, ubicada en Cuenca. / Foto: NGD.
lunes 21 de octubre de 2019, 21:00h

El cohousing es una alternativa a vivir solo o en una residencia de mayores: la oportunidad de compartir la vejez con otras personas, en un entorno autogestionado pero con servicios necesarios para los residentes. Una experiencia popular en el norte de Europa que en España cuenta con menos de una década de vida. Hablamos con el presidente de una cooperativa de Cuenca que, además, ha trabajado durante más de 30 años en atención a mayores en el Ayuntamiento de Madrid y que reside en Convivir.

¿Qué es el cohousing?

Es una alternativa para las personas mayores que está basada en unas experiencias del norte de Europa, concretamente de Holanda, Dinamarca y Suecia, que en España se ha empezado a implantar hace unos 7 u 8 años.

Lo que pretende es que, basado en una comunidad de personas que quieren compartir su vejez, se autogestionen en cuanto a la construcción del centro y su gestión. Son proyectos muy autogestionados.

¿Cómo se entra a formar parte de una cooperativa como Convivir?

Para formar parte de esta cooperativa hay que hacerse socio, que significa adquirir el derecho de uso de un apartamento dentro de la instalación. No tenemos límite de edad, cualquier persona puede hacerlo. Se aporta una cantidad y se financian los gastos de mantenimiento de ese equipamiento.

¿Se compra un apartamento?

Sí, nosotros tenemos cuatro tipos de apartamento: estudio para una persona, apartamentos de una habitación para dos personas, apartamento de dos habitaciones con un baño y apartamentos de dos habitaciones y dos baños.

Según las características del apartamento, se aportan entre 90.000 y 140.000 euros. Eso te da derecho a utilizar los espacios y servicios comunes, como la biblioteca, el gimnasio, el comedor, el salón de actos o el jardín, que es de dos hectáreas.

¿Se paga mensualidad?

Sí. Por ejemplo, en mi caso, con un apartamento de dos habitaciones, pagamos unos 1.600 euros entre los dos, mi mujer y yo.

¿Y qué incluye?

Todo, desde el comedor hasta atención, actividades, enfermería, limpieza del apartamento, lavandería tanto de cama como de ropa personal, etc.

¿Es el cohousing competencia o alternativa a las residencias?

Es una alternativa a algún tipo de residencias. Lo fundamental para mí del cohousing es que unas personas deciden controlar dónde van a pasar el resto de su vida, su proceso de envejecimiento, viviendo en comunidad.

En las residencias, aunque últimamente están cambiando el funcionamiento debido a la implementación de la Atención Centrada en la Persona, normalmente la mayor parte de las personas que entran van con actitud pasiva, a que les hagan todo.

Para mí, quienes se incorporan al cohousing, al menos mientras tengan posibilidades desde el punto de vista físico y mental, es ser convivientes activos que protagonizan su propio proceso de envejecimiento.

Si algún residente del cohousing pasa a ser dependiente, ¿qué pasa?

Se le sigue atendiendo. Hemos tenido casos de personas que entraron bien y han desarrollado un proceso que genera una gran dependencia y han sido atendidas hasta su fallecimiento en todas sus necesidades.

¿Qué pasa cuando fallece un residente del cohousing? ¿Pasa la vivienda a sus herederos?

Sí. Lo que pasa es que, si se han producido pérdidas en los últimos ejercicios, se les descuenta la parte proporcional.

Si es por baja injustificada, se penaliza con el 20 % del coste del apartamento que compró, porque el problema que se genera en una cooperativa cuando alguien decide irse supone costes para buscar a alguien que le sustituya.

¿Y los herederos pueden revender la casa?

Los herederos tienen dos opciones: si hay alguien que reúne las condiciones para vivir en el apartamento, se transfieren los derechos de socio a esa persona; si no las reúne o no quieren vivir allí, se les devuelve lo que les costó el apartamento salvo esa pequeña deducción por pérdidas.

¿Pueden alquilar la propiedad?

Sí, pero si mantienen la propiedad tienen que pagar unos gastos comunes, aunque no lo utilicen, de unos 400 o 500 euros al mes. Si lo alquilan, entonces se establece un sistema de reparto de los beneficios, no tienen que pagar nada y, en algunos casos, incluso perciben rentabilidad. No es un alquiler que haga directamente el socio, se hace a través de la cooperativa con los precios oficiales.

¿Cuál es su experiencia como residente en un cohousing?

Yo, por razones profesionales, estoy familiarizado con equipamientos para mayores. Mi experiencia es positiva, aunque hay que adaptarse, como todo. Yo vivía en Madrid y marcharte a vivir a un entorno rural supone un proceso de adaptación, pero mi experiencia es positiva.
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