Recién nombrada presidenta de Aeste, Natalia Roldán habla con ‘NGD’ para explicar cuáles serán las líneas maestras de su mandato y repasar el estado de un sector que ha sufrido más que ningún otro el zarpazo de la pandemia. Ahora lucha por reflotar y mejorar. Y parece que lo va a lograr.
En primer lugar, el equipo de ‘NGD’ quiere transmitirle nuestra enhorabuena por su nombramiento en Aeste. ¿Qué valoración nos puede hacer?
La verdad es que el nombramiento llega de manera muy natural. Aeste representa más de 62.000 plazas entre residencias y centros de día, con más de 600 centros y con unos 250.000 usuarios en el ámbito de la atención domiciliaria y teleasistencia. Representa mucho la variedad del sector, la heterogeneidad que hay.
Ignacio Vivas ha hecho un buen trabajo en una situación muy compleja que hemos vivido. La idea es seguir trabajando en esa misma línea, en todo lo que se ha abierto con Comunidades Autónomas, Gobierno, sindicatos, partidos políticos… para seguir poniendo en valor a este sector, que, por desgracia, a raíz de la pandemia se ha hecho más visible, y hay que aprovechar esa visibilidad para seguir trabajando en demandas que ya veníamos haciendo desde dentro.
Todo indica que estamos ante el principio del fin de la pandemia. Cuando acabe, ¿tienen en mente promover cambios en el sector sociosanitario y residencial?
Yo creo que se están haciendo los cambios desde el inicio de la pandemia, e incluso antes. Se ha ido trabajando en muchos procesos de transformación y ahora, más que al final de la pandemia, es como el inicio de la transformación que permita un sistema muchísimo más eficiente, más eficaz, más garantista y, sobre todo, donde prime por encima de todo la calidad de la prestación y la garantía de los cuidados. Esas son las líneas en las que trabajamos con las Administraciones Públicas y el resto de agentes sociales.
Digamos que es el principio de una etapa que, por otro lado, ya veníamos demandando desde el sector, puesto que el perfil de los mayores ha cambiado mucho. La cronicidad es patente y presente desde hace muchos años y el proceso de cuidados requiere también de una evolución.
¿En qué medidas concretas se traducen estos objetivos?
Hay algunas que van vinculadas directamente a la financiación. Hemos participado y colaborado de manera muy activa con el resto de las patronales para empujar el plan de choque que ya se ha presentado. Esa es la primera medida fundamental.
Por otro lado, seguir trabajando para poner en valor el trabajo de todos los profesionales y las trabajadoras de este sector. Estamos pidiendo unos servicios profesionales y de calidad que también sean reconocidos económicamente hablando.
Una segunda medida importantes es poner a disposición toda nuestra experiencia, nuestra trayectoria y nuestra vocación de permanencia para poder trabajar de forma activa con las Administraciones, de tal manera que se puedan mapear los recursos existentes en la actualidad, tanto públicos como privados, y podamos reordenar todo lo que hay, teniendo en cuenta las nuevas necesidades actuales y, en caso de tener que construir algo nuevo, ver cuáles son esos vacíos que podemos encontrar a la hora de dar un sistema de garantías en la atención de los cuidados de larga duración.
Y un tercer punto, además de toda la parte en la que se prioriza la calidad, es que somos conscientes de que el sector es muy heterogéneo, muy amplio, y creemos que tenemos que generar espacio para todos. De tal manera que esa colaboración público privada lo que permite es generar oportunidades de elección para el ciudadano, para la sociedad, de cómo quiere ser atendido, dónde, cuándo, de qué manera. Y creemos que ahí también podemos aportar mucho valor.
Si algo tiene este sector es que las diferentes patronales y las empresas que lo conforman parece que hacen piña a la hora de enfocar sus objetivos. ¿Es realmente así?
Absolutamente. Me gusta esa visión porque es verdad que, en los puntos comunes, la esencia, coincidimos todas las patronales. Da igual el origen: coincidimos tanto entidades que funcionamos a nivel estatal como autonómicas. Y lo bueno es poder trasladarlo con nuestras diferentes voces.
Hay coincidencias en reivindicar un IVA común para todos y que sea súper reducido, el que efectivamente haya un sistema de calidad y que haya una financiación adecuada. Y, además, el reconocimiento de todos nuestros perfiles profesionales que apuestan por este sector igual que nosotros.
Un punto que también me gustaría destacar es que desde Aeste tratamos de involucrar también a más de entidades científico-profesionales, como puede ser la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología, con quien colaboramos también muy activamente. Y las asociaciones de mayores, porque, si queremos hacer cambios hoy a corto plazo, ellos también tienen que estar involucrados y presentes en ese proceso.
¿Las Administraciones Públicas entienden los problemas que les traslada el sector o van a su aire?
Es una pregunta compleja porque tiene muchas aristas. En nuestra opinión, creemos que es un sector demasiado politizado. Y hacer un sistema de atención a personas con una visión cortoplacista es muy difícil.
Por otro lado, hay un problema de financiación, y a veces las prioridades son otras. Curiosamente, la pandemia, por desgracia, ha puesto en evidencia reivindicaciones y demandas que veníamos haciendo por parte del sector.
Creo que hay que saber cuál es el orden de prioridades como sociedad, como país, y si entendemos que lo son nuestros mayores, como parece que así se ha tratado de lanzar ese mensaje durante la pandemia, entiendo que así debe continuar para que realmente se apueste por este sector.
¿Es optimista sobre el futuro del sector de atención a la dependencia?
Claro que sí, lo somos. Sabemos que no es fácil, pero no ha sido fácil nunca. Creemos que es un momento en el que la sociedad es consciente y sensible a las demandas del sector. Creemos que ha sido evidente el papel que juegan los recursos sociales, tanto en el ámbito domiciliario como en el residencial, en el sistema de atención a personas de este país. Y todos los partidos políticos saben que este sector es un sector de pasado, de presente y de futuro.
De hecho, hay comunidades autónomas que ya están haciendo un esfuerzo económico, dotando de mejores y mayores partidas presupuestarias, y hay otras que se han comprometido a hacerlo. Entendemos que han encontrado en nosotros un aliado de progreso y de evolución.
Con lo cual, solo podemos ser optimistas porque creemos en ello y creemos que es un beneficio para la sociedad en general.