Con motivo de la apertura del cuarto centro de Stima, en el madrileño barrio de Chamberí, entrevistamos a su directora de operaciones para conocer de cerca el crecimiento de esta empresa que ofrece un modelo de cuidados personalizado a las necesidades de cada usuario para que puedan mantenerse más tiempo en su casa sin renunciar a su bienestar.
Stima abre su cuarto centro de día en Madrid. ¿Cómo es este centro y qué servicios ofrecerá?
Es un centro moderno, luminoso y recién renovado, con un gran gimnasio para actividades de fisioterapia, techos altos y luz natural, dos salas de actividades múltiples para neuropsicología y terapia ocupacional, dos salas de actividad individual o grupos muy reducidos y zona tranquila de descanso. Tiene el sello de Stima en cuanto a mobiliario y decoración lo que lo hace acogedor y agradable.
Los servicios que ofrece son los habituales en Stima: jornadas de asistencia flexible en función de las necesidades de cada persona, rutas adaptadas a todo tipo de usuarios y con acceso libre a Madrid Central, talleres grupales, sesiones individuales, fisioterapia, estimulación cognitiva y neuropsicología, terapia ocupacional, actividad socio-cultural, al igual que formación constante a los familiares a través de nuestro Grupo Cuid-Arte que acabamos de retomar a través de la plataforma Zoom.
La apertura de Stima Princesa facilitará a los vecinos de Chamberí y distritos aledaños poder recibir los servicios que Stima realiza en todos sus centros.
El nuevo centro de Stima se ubica en el madrileño barrio de Chamberí, como dice, donde vive una importante población de personas mayores junto a una creciente de jóvenes. ¿Por qué han apostado por esta zona? La zona no tenía suficiente oferta de plazas y, con el objeto de limitar el tiempo que las personas mayores pasan en las rutas, en Stima decidimos ofrecer la opción a cada persona mayor de esta zona poder asistir a un Centro Stima muy cerca de su casa. Además, es una zona céntrica con alta densidad de población mayor que se beneficiará de poder acudir a un centro de día Stima tan solo dando un paseo.
La apertura llega en plena pandemia. ¿Se han recuperado las altas a los centros de día? ¿Y la asistencia habitual?
Ciertamente el momento no acompaña, como desgraciadamente le pasa a la mayoría de los servicios relacionados con las personas mayores. No obstante, nosotros miramos a largo plazo, creemos en nuestro modelo de trabajo y, hasta la llegada de la pandemia, así lo pudimos experimentar con una afluencia de usuarios mensual mucho mayor a la esperada.
A día de hoy, cada semana seguimos teniendo nuevos usuarios que necesitan nuestros servicios, pero también es cierto que hay todavía muchos otros que, por miedo, prudencia o ambas, optan por la opción de permanecer en sus domicilios “hasta que la situación cambie”. Poco a poco vamos recuperando el nivel previo a la pandemia y esperamos que la confianza de las familias en que los centros de día Stima son seguros, haga que, a corto plazo, incluso podamos estar mejor que antes.
¿Han notado los efectos positivos de la vacunación contra el coronavirus de las personas mayores y el personal sociosanitario?
Aunque todo sigue a un ritmo inferior al que había previo a la pandemia, es cierto que se nota y que muchas familias nos llaman ya con la premisa de que el mayor ya está vacunado. En estos momentos, tenemos ya dos centros con inmunidad de grupo, esto es, con más de un 70% de personas mayores que han recibido las dos dosis de su vacuna, y los otros dos con algo más de un 60%.
Sabemos que en breve tendremos esta inmunidad en los cuatro centros, y sí, ya vemos que las familias han acogido esta noticia con mucha alegría, al igual que todas las nuevas personas que vienen a pedirnos información por primera vez. La realidad es que ahora les podemos ofrecer un entorno mucho más seguro y una alternativa mejor que quedarse en casa. Por otro lado, tener ya a todo el personal vacunado nos da una tranquilidad enorme.
La pandemia ha reforzado el papel de la asistencia a domicilio, al principio en detrimento de las residencias de mayores y centros de día, y después como modelo que podría cobrar un mayor protagonismo como paso previo a estos servicios. ¿Creen que convivirán todas las opciones o se está librando una batalla por imponer un modelo frente a otro? ¿Pueden crearse convergencias entre los tres modelos o, por el contrario, cada uno tiene su momento o perfil de usuario?
Sin duda alguna, las personas mayores dependientes aumentan exponencialmente cada año. Por tanto, las necesidades son mayores y diferentes. Hace unos años una familia prácticamente solo tenía dos opciones, o llevaba a su mayor a una residencia o contrataba una cuidadora doméstica. Actualmente hay además centros de día, centros de noche, centros de mayores, teleasistencia y servicio a domicilio, y cada uno de ellos responde a un tipo de demanda.
No somos competencia; los centros de día coopetimos con los demás recursos, una mezcla entre cooperar y competir porque somos recursos complementarios.
Además, pensamos que colaborando entre todos y trabajando en red, podremos ofrecer soluciones integrales a las familias con el objetivo de que el mayor se mantenga más tiempo en su casa.
¿Qué opciones ofrecen los centros de Stima a sus usuarios en cuanto a horarios, terapias…? ¿Se adaptan los servicios a cada usuario o disponen de planes diferenciados que eligen las familias?
Nuestro modelo de trabajo es el mismo en todos nuestros centros. Asistencia flexible, servicio de ruta, terapias individuales y grupales en diferentes grupos de trabajo, espacios amplios y luminosos, y todo bajo el modelo ACP y nuestros tres pilares básicos, los usuarios, sus familias y el equipo profesional. A
demás de la estancia y transporte, tenemos un amplio catálogo de servicios adicionales para poder completar las necesidades de nuestros usuarios y familiares. Es un modelo que trata de ser personalizado adaptándose a cada usuario y familia. Tenemos muchas opciones y estamos abiertos a seguir explorando opciones para dar soluciones diversas a todas las familias. Una vez que la familia se pone en contacto con nosotros, ponemos la maquinaria en marcha para dar respuesta a sus necesidades.
Hay muchas personas mayores que viven solas y en soledad, pero, por encontrarse bien de salud, no acuden a centros de día, donde podrían relacionarse con otras personas. ¿Cree que los centros de día, tal y como los identifica gran parte de la sociedad, pueden jugar otro papel que no se centre exclusivamente en personas con dificultades de movilidad o patologías concretas o para eso están los centros de mayores de los ayuntamientos?
Estamos convencidos de ello. Los centros de día pueden y deben ser recursos versátiles donde puedan venir a realizar estimulación personas con distintos grados de dependencia, pero también mayores independientes que deseen realizar actividades de socialización, de prevención de los déficits, de promoción del envejecimiento saludable, etc.
Los centros de día son un recurso más completo que los centros de mayores, puesto que sus servicios son más amplios y específicos y permiten acompañar a la persona mayor mientras aún sea independiente, pero están preparados para detectar de una forma muy precoz también cualquier inicio de deterioro.
Además, los servicios que ofrecemos permiten al mayor pasar el día entero con nosotros y hacerlo, aunque viva algo más alejado del centro, ya que le recogemos en su domicilio. Ninguno de estos servicios los proporciona los centros de mayores, que, por otro lado, también son un recurso útil para un perfil y circunstancias determinadas de personas mayores.
¿Qué planes tiene Stima Mayores para lo que resta de 2021?
A día de hoy, lo más importarte a todos los efectos es poder llegar a normalizar los devastadores efectos que esta pandemia está causando, en todos los sectores, en todo el mundo y recuperar lo antes posible la situación previa a la pandemia.
En Stima, durante mayo llegaremos a tener inmunidad de grupo en los cuatro centros, y también confiamos que el resto de mayores ya hayan obtenido las dos dosis de la vacuna y recuperen de este modo de nuevo la confianza y la tranquilidad para volver a asistir a los centros de día.
Durante el confinamiento de marzo a mayo del 2020 pudimos comprobar los efectos negativos que la permanencia en el domicilio causó a muchos de nuestros mayores.
¿Y cuáles son sus planes para los próximos ejercicios?
Lo que hemos vivido en este último año nos ha enseñado a no hacer demasiados planes a largo plazo por lo que, de momento, no nos planteamos nada más allá del 2021.