Con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, un estudio de la Fundación Diversidad pone cifras a la discriminación de este colectivo en campañas publicitarias.
El Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que tiene lugar cada 3 de diciembre, sirve para visibilizar a un colectivo que solo en España incluye a 3,8 millones de personas, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). De ellas, 1,8 millones están en edad de trabajar, lo que supone el 6,2 % de la población activa. Sin embargo, solo 638.000 de ellas tienen un empleo, a pesar de que en los últimos años se ha legislado para favorecer su contratación.
Decir que las personas con discapacidad son a menudo discriminadas es una realidad. Y una de esas formas de discriminación se da en la publicidad y el marketing. De hecho, un estudio de la Fundación Diversidad revela que, en 2021, solo el 46 % de las grandes empresas apostaron por el marketing inclusivo en sus campañas. En el caso de las empresas medianas, apenas el 31 % reflejó a personas con discapacidad en su publicidad.
Discriminación de las personas con discapacidad en publicidad y marketing
Desde Alares sugieren que este problema podría resolverse apostando por crear comités dentro de estas empresas para promover y visibilizar a las personas con discapacidad tanto en su publicidad como en sus productos. Pero solo el 43 % de las grandes empresas aseguran contar con personas con discapacidad que sean visibles y actúen como referentes; un porcentaje inferior en las medianas empresas, donde solo hay un 31 % de compañías que tienen líderes con discapacidad.
Además, en Alares también recomiendan realizar diagnóstico de situación en relación a la gestión de la discapacidad y cómo es percibido por la plantilla, creación de canales de comunicación atendidos por expertos en la materia, y realización de jornadas de sensibilización y eventos para toda la empresa sobre concienciación y eliminación de sesgos inconscientes; programas de desarrollo individual de carrera para personas con discapacidad; procesos de formación, mentoring o coaching; crear procedimientos de promoción o selección interna que garanticen la no discriminación por razones de discapacidad y asegurar la inclusión de candidatos con discapacidad en el proceso de reclutamiento.
Hostelería y turismo, el sector con peor percepción
Si observamos los datos que se desprenden del último estudio en España de Merco Empresas, las compañías líderes (sin incluir a Grupo Social Once para evitar el sesgo) son las más comprometidas con la inclusión laboral de empleados con discapacidad (+2,5 %) respecto a la media del resto de empresas Merco.
Poniendo la lupa por sectores, las aseguradoras se sitúan al frente de los sectores cuyas empresas mejor integran los colaboradores con discapacidad (7,9), mientras que Hostelería y Turismo obtiene la peor valoración en este sentido (4,7).
Cómo gestionar la discapacidad en la empresa
Por último, el Laboratorio de Discapacidad de Alares ha obtenido unos datos muy significativos, ya que identifica los puntos críticos en la gestión de la discapacidad de las empresas, en una misma dirección. El desconocimiento, la falta de información, y la reticencia para hablar sobre la discapacidad y las necesidades de adaptación de la persona de manera abierta y objetiva son la tónica general.
El 78 % de las personas entrevistadas que trabajan en las empresas consideran que la discapacidad conlleva una afectación en el ámbito laboral y, por lo tanto, una connotación negativa y de sobrecarga de trabajo a la hora de conformar equipos de trabajo. El 99 % de las organizaciones que han participado muestran gran afán por prestar un trato igualitario para las personas con discapacidad, pero carecen de protocolos y servicios internos que aseguren la equidad en el acceso en todas las áreas.
Así que la legislación para promover la contratación es muy positiva, pero ahora es necesario impulsar nuevas normativas que fomenten que, una vez contrataras las personas con discapacidad, su desarrollo laboral sea en igualdad de condiciones, sin sesgos y sin discriminación, siendo conscientes de la necesidad de adaptar determinados comportamientos internos a las capacidades y limitaciones de cada individuo para aprovechar su potencial sin comprometer su salud y bienestar.
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