David Doña: “Una persona no formada irá al control desde la autoridad, levantando la voz, mientras que nosotros daríamos espacio y tiempo”

Gestionar situaciones de conflicto, con agresividad y violencia de por medio, no siempre es fácil para los profesionales encargados de lidiar con personas que pierden el control. S.O.S.tenme forma a estos profesionales en contención física y emocional, una técnica exclusiva que llega desde Reino Unido y que permite gestionar estas situaciones en centros de mayores, menores, personas con discapacidad o el entorno sanitario.

¿Qué es S.O.S.tenme?

S.O.S.tenme es una organización especializada en la formación en contención física y emocional. Se fundó en 2014 como parte de mi propio trabajo como educador en Gibraltar, con un modelo del Reino Unido, donde hay una organización, DCRT, que nos dio una formación que me pareció fundamental y que en España no parecía. Me formé en el Reino Unido y llegué a un acuerdo con ellos para tener la exclusividad para España de esta formación.

¿En qué consiste la formación?

Cuando trabajamos con personas que, en un momento determinado, tienen crisis emocionales y conductas de agresividad o violencia, tratamos de calmarlas para evitar que lleguen a un acto de agresión. No siempre se puede conseguir, no se puede asegurar, por lo que debemos tener disponible una respuesta física para que esa persona no se haga daño a sí misma, a otras personas o a la propiedad.

Es un modelo con un enfoque que hace evaluaciones de riesgo de técnicas y sistemas para que el daño sea el mínimo, así como las consecuencias y el coste emocional para todas las personas involucradas. El modelo viene de los estándares del Instituto Británico de Discapacidad Intelectual.

¿Para el trabajo con qué perfiles es útil que los profesionales tengan esta formación?

Desde 2016 nos dedicamos exclusivamente a realizar esta formación en España, con formación además en Reino Unido, para menores, personas con discapacidad o dependencia, salud mental, sanidad, etc. Es donde puede haber una necesidad especial para manejar situaciones de agresividad o violencia en el entorno laboral.

¿Cómo se puede definir ‘contención física y emocional’? ¿Qué es exactamente?

La idea es ‘contener’ emocionalmente, producir una heterofiguración de la emoción de la persona para que no llegue a producir el acto de agresividad o violencia, aun sabiendo que a veces no será posible por cuestiones que se escapen a nuestras capacidades. Y luego tiene que venir la contención física.

Creo que es importante diferencia la contención física de la reducción, entendiendo esta última como lo que hacen las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que pueden reducir físicamente a la persona, mientras que nuestro enfoque es contener: estar a la misma altura de la persona y ser un soporte para ella. Es un enfoque distinto. Yo soy cinturón negro en defensa personal policial y militar y no tiene nada que ver con lo que hacemos en S.O.S.tenme.

¿Cómo actuaría una persona formada en contención física y emocional ante una situación en la que un sujeto se comporta de forma violenta o agresiva?

Dependerá de la conducta, el perfil, etc. Pero una persona no formada irá al control desde la autoridad, levantando la voz, por ejemplo, mientras que nosotros daríamos espacio y tiempo, con instrucciones ya contempladas en nuestro modelo.

Repetiremos desde distintos ángulos para que la persona cese la conducta, y además habrá una sincronización entre los miembros del equipo por si se tiene que dar una contención física, que se haga de forma ordenada y silenciosa. Solo habla una persona, es una enseñanza fundamental.

Y hay sistemas en los que sujetaremos a la persona, pero desde su misma altura, nunca en contra de las articulaciones o tocando zonas incómodas o dolorosas, etc.

Es un enfoque distinto al de la defensa personal, por ejemplo, porque el foco de la intervención no es defendernos nosotros para salir de la situación, sino que está en la seguridad del ‘agresor’ por encima de nosotros.

Algunas personas mayores o con determinados grados de dependencia pueden tener actitudes agresivas. ¿Cómo se trabajaría específicamente con este perfil de persona vulnerable y con cierta fragilidad?

En estos perfiles no se da una agresividad continuada en el tiempo, suelen ser explosiones de agresividad que, pese a que quizás no tengan mucha movilidad, si estamos haciendo labores de cuidado se pueden producir tirones de pelo o arañazos. Ahí, normalmente, la formación se dirige hacia las técnicas de escape: salir de esa agresión explosiva puntual sin proyectar a la persona o que pierda el equilibrio, ni incidiendo en zonas que puedan ser peligrosas, porque no tendría proporcionalidad, por ejemplo. Actuaremos, en ese caso, sobre los huesos largos, sin coger de muñecas o manos, sino por encima de la muñeca y por debajo del hombro, con un movimiento de alejamiento del acto teniendo en cuenta el equilibrio de la persona.

Además, se hará una escolta o acompañamiento a la persona para sujetarla de forma segura y llevarla al cambio de contexto o alejarla del posible estímulo. Teniendo en cuenta que somos muchas veces los cuidadores los que estamos provocando esa conducta por no estar cubriendo una necesidad puntual que pueda tener esa persona, porque no la conocemos o por la presión que podemos ejercer al cumplir una serie de objetivos como horarios o normas. Hay que entender que esa persona ejerce un acto de agresión como defensa ante la pérdida de un derecho o una necesidad.

Recientemente, S.O.S.tenme celebró un webinar sobre contención física y emocional junto al CEDDD. ¿En qué consistió esta formación?

Fue un resumen de nuestra formación, ya que trabajamos con modelos de 12 o 24 horas, dependiendo de los perfiles. En el caso de dependencia, son cursos de Nivel 1 de 12 horas, por la poca capacidad que tienen estas personas de hacer y hacerse daño. No es lo mismo que con un adolescente de 18 años, cuya capacidad de hacer y hacerse daño es muchísimo mayor, lo que requiere más formación. Tenemos parte teórica y práctica.

En el webinar contamos el proceso típico de asalto, que se inicia a partir de un estímulo que funciona como disparador, una zona de escalada en la que se producen procesos que aumentan el estado de crisis conductual hasta el pico de asalto físico o verbal, una fase de meseta o recuperación con posibles asaltos adicionales, una fase de depresión en la que se rebaja de la línea conductual y en la que desaparecen los síntomas de agitación, y volvemos a la línea base conductual. En cada momento se puede hacer algo.

¿Estos cursos de S.O.S.tenme se enfocan a empresas o a profesionales a título individual? ¿Son solo para profesionales?

Hacemos mucha formación a través de Fundae para organizaciones, que suele ser el target habitual, pero también las tenemos en abierto, a las que se puede apuntar cualquier persona que esté interesada. Pero no tenemos mucha demanda en formación a familiares y a cuidadores, que son quienes muchas veces tienen que manejar estas situaciones de violencia. Creo que sería importante. A veces hacemos formaciones en abierto para familiares a través de los centros u organizaciones, también como transparencia para que conozcan las técnicas que se están aplicando en el centro y además las aprendan ellos mismos.

Tenemos tres niveles: el primero de 12 horas, el segundo de 24 horas y el tercero de 30 horas de formación. Es una formación presencial.

S.O.S.tenme también ofrece entrenamiento en ‘coherencia cardiaca’. ¿En qué consiste?

La coherencia cardiaca es un modelo de intervención en regulación emocional para aumentar la resiliencia, basado en una serie de investigaciones de una organización, Instituto Heartmaths, que demuestran que existe una conexión entre el cerebro que tenemos en el corazón y el propio cerebro, de manera que el corazón marca el clima emocional a través del que percibimos la realidad. Es un modelo que está funcionando muy bien, pero diferente del de contención física y emocional.