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Las terapias no invasivas contra el Parkinson ganan terreno en el abordaje de esta enfermedad

Nuevas terapias no invasivas contra el Parkinson.
Nuevas terapias no invasivas contra el Parkinson.
lunes 01 de mayo de 2023, 08:00h

Más de 7 millones de personas padecen Parkinson en el mundo, una enfermedad neurodegenerativa que muchos pacientes tratan ahora con terapias no invasivas para mejorar su calidad de vida.

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa con la que conviven más de 7 millones de personas en el mundo, una cifra que no deja de crecer conforme lo hace la esperanza de vida. En España, 10.000 personas son diagnosticadas cada año de esta enfermedad cuyos síntomas más habituales son los temblores, la rigidez muscular y la lentitud de movimientos, entre otros, ya que el conjunto de síntomas, que normalmente se van incrementando con el paso del tiempo y la evolución de la enfermedad, abarca el deterioro cognitivo, los trastornos del sueño o los dolores generalizados.

Actualmente no existe una cura para el Parkinson, siendo la dopamina el medicamento más habitual para controlar su evolución y sintomatología. Pero cada vez hay más pacientes que tratan sus síntomas con terapias no invasivas que buscan controlar los síntomas del Parkinson sin sufrir los habituales efectos secundarios de la medicación tradicional, que además puede perder efectividad con el paso del tiempo y el progreso de la patología.

Nuevas terapias no invasivas contra el Parkinson

Una de las terapias más recomendables para los pacientes con Parkinson es la fisioterapia, ya que ayuda a mejorar el estado físico y a controlar los problemas motores. El objetivo de la fisioterapia para Parkinson suele ser incrementar la autonomía del paciente, en la medida de lo posible, algo que se trabaja con un enfoque que tiene en cuenta las necesidades y el estado de cada persona en cada momento.

Otra terapia alternativa es la llamada TOHB, o Terapia de Oxígeno Hiperbárico, que incrementa el nivel de oxígeno en sangre introduciendo al paciente en una cámara hiperbárica. Se produce una hiperoxia, una alta concentración de oxígeno puro que se relaciona con una mayor facilidad para rehabilitar lesiones o tratar dolores. Algunos expertos aseguran que la TOHB podría contribuir a retrasar la aparición del Parkinson en personas predispuestas a ello, así como mejorar la calidad de vida de quienes ya han sido diagnosticados. Sin embargo, todavía se necesitan más evidencias para afirmar que la TOHB pueda ser un enfoque adecuado para estos pacientes, ya que, hasta ahora, las cámaras hiperbáricas se utilizan para mejorar la recuperación muscular en deportistas de élite o personas con lesiones de tipo físico, y no tanto neurológico, como es el caso de las personas con Parkinson.

En cualquier caso, la proliferación de terapias no invasivas debe ser seguida de cerca por la comunidad científica para comprobar los beneficios que puedan tener, así como sus potenciales riesgos. Y, en todo caso, deben utilizarse como complemento a los tratamientos tradicionales hasta que se demuestre que una nueva terapia no invasiva produce los mismos beneficios que la medicación tradicional, en cuyo caso los protocolos médicos se actualizarían para recomendar como tratamiento de primera línea la nueva terapia. Ningún paciente debería abandonar un tratamiento farmacológico de contrastada efectividad por una terapia de nueva aparición sin las suficientes evidencias científicas.