La longevidad ha aumentado significativamente en las últimas décadas, y con ello surge la necesidad de encontrar un propósito en esos años adicionales. La vejez, lejos de ser una mera etapa de descanso, se presenta como una oportunidad para el crecimiento personal y la contribución a la sociedad. Javier Yanguas, psicólogo y gerontólogo, reflexiona sobre este fenómeno desde su posición como director científico del programa de Personas Mayores de la Fundación “la Caixa”.
Yanguas destaca que el concepto de persona mayor ha evolucionado notablemente. Hoy en día, este grupo es más diverso y heterogéneo, lo que implica que no se puede generalizar sobre la experiencia de la vejez. Cada etapa del envejecimiento trae consigo diferentes realidades y desafíos.
Un nuevo enfoque hacia la vejez
A medida que avanzamos en edad, las condiciones en las que llegamos a la vejez han cambiado drásticamente. Según estudios recientes, hoy somos más jóvenes a los 70 años que hace tres décadas. Esto se refleja tanto en nuestra salud física como cognitiva. Investigaciones indican que los 70 actuales equivalen a los 62 de hace 30 años en términos de capacidades mentales. Esta evolución plantea interrogantes sobre cuándo realmente comenzamos a considerar a alguien como viejo.
El debate contemporáneo no se centra tanto en cómo vivir más años, sino en cómo hacerlo con calidad y significado. La longevidad representa una oportunidad valiosa, pero también un reto: llenar esos años con proyectos y propósitos significativos.
La búsqueda de un propósito
Para Yanguas, es fundamental dar dirección a nuestra vejez. Esto implica buscar una vida alineada con nuestros valores personales y contribuir al bienestar común. El filósofo Francesc Torralba enfatiza que alcanzar nuestro potencial es esencial para vivir plenamente.
No obstante, vivir con sentido no significa renunciar al disfrute o al descanso. Se trata de comprometerse activamente con nuestras vidas y relaciones. Las conexiones interpersonales requieren esfuerzo y dedicación, así como una comprensión profunda de nuestra vulnerabilidad.
El papel activo de los mayores
En el contexto actual, donde aproximadamente el 20% de la población española es mayor, Yanguas subraya que jubilarse del trabajo no equivale a jubilarse de la vida misma. Las personas mayores deben ser vistas como agentes activos capaces de aportar al bien común. Las sociedades que logren integrar a sus mayores en los desafíos contemporáneos serán aquellas que prosperen.
Aumentar las conexiones intergeneracionales podría transformar la percepción social sobre la vejez. Sin embargo, esto requiere ir más allá del simple encuentro entre generaciones; es necesario fomentar un entorno colaborativo basado en el reconocimiento mutuo.
Vulnerabilidad y adaptación
A pesar de las oportunidades que presenta la vejez, también es cierto que esta etapa puede estar marcada por pérdidas significativas. La transición hacia la jubilación o la pérdida de seres queridos son experiencias comunes que pueden afectar profundamente nuestro sentido vital.
Yanguas comparte el testimonio conmovedor de una mujer octogenaria que había perdido a su esposo tras 60 años juntos. A pesar del apoyo familiar, esa pérdida dejó un vacío insustituible en su vida.
Soledad: un aspecto humano
La soledad es otro tema crucial en el diálogo sobre la vejez. No se trata simplemente de una enfermedad a curar; es parte intrínseca de la condición humana. Aprender a gestionar esta soledad es vital para vivir plenamente durante los años dorados.
A través del programa Siempre Acompañados, Yanguas busca abordar estas complejidades individualmente y desde una perspectiva comunitaria, reconociendo las múltiples dimensiones del problema.
Cambio cultural hacia el envejecimiento
Finalmente, Yanguas invita a reflexionar sobre nuestro miedo colectivo hacia el envejecimiento y cómo este temor alimenta actitudes edadistas. En lugar de rechazar lo inevitable, debemos enfrentar la realidad del envejecimiento con dignidad y respeto hacia quienes han vivido experiencias ricas y diversas.
Bajo esta premisa, el objetivo es empoderar a las personas mayores para convertirse en protagonistas activos de su propia historia, contribuyendo así al futuro social desde su experiencia única.
La noticia en cifras
Cifra |
Descripción |
20% |
Población mayor en España |
14 millones |
Personas en la generación del baby boom |
40% |
Aproximadamente, proporción de personas mayores de 50 en el futuro |
62 años |
Equivalente cognitivo actual para los 70 años según un estudio |
Preguntas sobre la noticia
¿Cómo ha cambiado en las últimas décadas el grupo de lo que entendemos por personas mayores?
Es un grupo cada vez más heterogéneo y diverso. No hay una única vejez, sino vejeces diferentes. Hablar de personas mayores en la actualidad es hablar de etapas distintas en esto que llamamos vejez.
¿Llegamos hoy a la vejez en las mismas condiciones que nuestros abuelos?
A la misma edad, hoy somos más jóvenes. Tanto en el aspecto cognitivo como en el físico y en el social, la literatura científica lo confirma.
¿La gran pregunta actualmente no es cómo vivir más años, sino cómo vivirlos con plenitud?
Vivir más años es una oportunidad, pero también es un reto. La clave está en llenar de sentido y de proyectos esos años de vida.
¿Pero qué significa exactamente esto de vivir con sentido?
Significa pensar que una buena vida está asociada al desarrollo personal, a la autonomía, a la contribución a los demás y a la sociedad.
¿El futuro de nuestra sociedad recae entonces también en los jubilados?
Sí, jubilarse de la actividad laboral no significa jubilarse de la vida. Las sociedades envejecidas necesitan que las personas mayores colaboren y aporten al bien común.
¿Sigue siendo la vejez una época de pérdidas?
Es cierto que es una época con vulnerabilidad y adaptación. Envejecer implica convivir con pérdidas significativas.
¿Y cómo se cura esa soledad?
La soledad no se cura porque no es una enfermedad; es parte del ser humano y debemos aprender a afrontarla y gestionarla.
¿Es nuestro miedo a hacernos mayores lo que nos hace tener conductas edadistas?
Sí, hay que mirar a la vejez de frente y reconocer que todos podemos llegar allí. Es importante tratar a las personas mayores como adultos capaces.