Muchas personas que sufren una fractura de cadera ingresan en una residencia para complementar su proceso de rehabilitación. El grupo Albertia Servicios Sociosanitarios ha explicado cómo cuidar a una persona con fractura de cadera para que su recuperación sea más rápida y exitosa.
Las fracturas de cadera son bastante frecuentes en personas mayores debido a la suma de varios factores, entre los que se encuentran la osteoporosis, el deterioro funcional o la fragilidad. No obstante, la fractura de cadera es el resultado de una caída, por lo que para evitar la fractura de cadera lo primero será evitar caídas.
Si desgraciadamente ya ha sucedido, cuidar a una persona con fractura de cadera exige el escrupuloso cumplimiento de unos pasos que ayudarán a lograr una recuperación rápida y exitosa.
Cómo recuperarse de una fractura de cadera
En primer lugar, será necesario recurrir a la cirugía. Dependiendo de la fractura, la operación buscará reparar la zona dañada o, si la fractura es más extensa, reemplazar la cadera por una prótesis. Cada tipo de intervención conllevará un tiempo de recuperación diferente, que en todo caso será indicado por el cirujano antes de realizar la operación.
Una vez realizada la cirugía de cadera, es el turno de los fisioterapeutas. Es la fase de rehabilitación de una fractura de cadera, y comienza inmediatamente después de la operación para evitar secuelas por inmovilidad. A las 24 horas ya se estarán dando pequeños pasos con la ayuda de muletas y andadores, salvo que esté contraindicado en ese paciente en concreto. El ejercicio se incrementará progresivamente, mientras se añaden otros complementarios.
Parte de la rehabilitación de cadera tras una fractura se centrará en fortalecer la musculatura, lo que dotará de mayor fuerza al paciente y contribuirá a reducir el dolor y la inflamación. Se realizarán ejercicios de resistencia para lograrlo, en un proceso que durará varias semanas. Cuando el paciente haya recuperado fuerza, movilidad y resistencia, podrá valorarse realizar una terapia de mantenimiento hasta lograr una estabilidad similar a la que tenía antes de la fractura.
Por último, y una vez finalizada la rehabilitación, el paciente podrá recuperar su vida normal, aunque deberá continuar realizando ejercicios en su domicilio. Servirán para mantener el tono muscular y la fortaleza de la zona, y deberán complementarse con una adaptación de la vivienda y de su entorno para facilitar tanto su movilidad como la seguridad de la persona, con vistas a evitar una nueva caída.
Ingresar en una residencia tras una fractura de cadera
El hecho de que este proceso implique a varios profesionales y se prolongue durante algunas semanas lleva a muchas familias a optar por ingresar en una residencia a pacientes con fractura de cadera. De este modo, se consigue que un equipo de profesionales se encargue de la terapia en un entorno seguro que cubre todas las necesidades del paciente.
Los centros Albertia Servicios Sociosanitarios son una de las opciones más frecuentes para estos casos, ya que ponen a disposición del paciente un conjunto de opciones enfocadas a su recuperación para que pueda volver a su domicilio cuanto antes.
Un estudio de 2012 reveló que
la incidencia de la fractura de cadera en España era de 153,24 casos por cada 100.000 habitantes. La cifra es considerablemente más baja que las detectadas hace algunas décadas, en parte por la mejora de los cuidados, la introducción de
fármacos para tratar la osteoporosis y la concienciación de la sociedad sobre este problema de salud. Existen
importantes estudios comparativos que han analizado las
variaciones en la incidencia de la fractura de cadera en España durante las últimas décadas, y que sirven para conocer si el enfoque actual del problema es el adecuado.