El 5 de noviembre, Día Internacional de las Personas Cuidadoras, pone el foco sobre un sector de actividad muy a menudo invisibilizado que, en cambio, representa un 2,3% de la ocupación catalana. Un total de 68.324 cuidadoras con el convenio SAD (Servicio de Atención Domiciliaria) y hasta 56.534 con el convenio de trabajadoras del hogar son un colectivo numeroso del mundo del trabajo que merece toda la atención en un ámbito clave del estado del bienestar.
A pesar de estas cifras, Cataluña sigue sufriendo una carencia de cuidadoras profesionales para cubrir las necesidades de una población envejecida, donde más de 1,1 millones de personas tienen más de 70 años, con una tasa de dependencia del 29,2%. Esto supone que el colectivo de personas mayores dependientes está integrado por más de 321.784.
RADIOGRAFÍA DE LOS CUIDADOS A PERSONAS MAYORES DEPENDIENTES
Total personas dependientes mayores de 70 años: 321.784
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MUNDO DEL TRABAJO
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INFORMALES
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POBLACIÓN SIN COBERTURA NI APOYO
15.705 personas dependien
tes
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Convenio SAD
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Convenio Llar
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Economía sumergida
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Familiares
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68.324[1] profesionales
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56.534[2] profesionales
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30.441 personas
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150.780[3] cuidadores informales
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POBLACIÓN CUBIERTA
306.079 personas dependientes
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[1] https://directoressociales.com/wp-content/uploads/2024/06/Todas-CCAA-comprimido.pdf
[1] https://observatoritreball.gencat.cat/web/.content/generic/documents/treball/treball_llar_cures/arxius/Treball-de-la-llar-i-les-cures_2023.pdf
[1] https://aliura.coop/es/blog/el-impacto-economico-de-los-cuidados-informales-en-cataluna-asciende-al-41-del-pib-y-son
Sólo un 40% de las cuidadoras son profesionales con contrato
De las 306.079 personas cuidadoras, menos de la mitad (124.858) son profesionales. Es decir, más de la mitad son personas cuidadoras informales (familiares de la persona dependiente) o personas en economía sumergida. De hecho, se calcula que hasta 30.441 personas son cuidadoras en el ámbito de esta economía sumergida, lo que quiere decir que la tasa de informalidad del sector se sitúa en torno al 35%.
A pesar de esta cifra notable de personas cuidadoras, se calcula que hasta 15.705 personas mayores no cuentan con ningún tipo de cobertura ni de apoyo, ya sea de cuidados formales o informales. Esta cifra, que supone un 5% del total de personas dependientes, esconde una realidad social difícil y complicada para muchas personas mayores, marcadas por la soledad y la falta de recursos.
Para Victoria Galván, directora del SAD de Barcelona de Suara "el sistema no puede dejar a ninguna persona dependiente sin cobertura y eso pasa no sólo por destinar más recursos, sino por hacerlo con una estrategia diferente, poniendo el foco en la profesionalización y la innovación. Así mejoraremos el servicio, lo haremos más eficiente y no dejaremos a nadie por el camino, ni entre las cuidadoras ni entre las personas con dependencia".
El perfil de la cuidadora profesional es en un 91% el de una mujer y, en un 63% de los casos, de origen extranjero. La mayoría de ellas están inscritas en el régimen general laboral o en el régimen de la largo y el porcentaje de autónomas es mínimo.
Un nuevo modelo de SAD para hacer frente a los retos de futuro: mejorar el servicio y acabar con la precariedad
La profesionalización del sector de los cuidados a las personas dependientes es uno de los retos de nuestra sociedad. Para Victoria Galván, "a fin de poder afrontar las necesidades de una población que seguirá envejeciéndose en las próximas dos décadas, hay que buscar soluciones que permitan estructurar mejor el trabajo. Primero, protegiendo y cubriendo las necesidades de las profesionales y, en paralelo, aplicando mejoras al propio trabajo a través de tecnología para modernizar el modelo y hacerlo también más accesible económicamente".
Sabiendo las características del trabajo, Suara Cooperativa aboga por trabajar sobre conceptos que hay que tener muy presentes:
- La soledad: tanto de la persona mayor, como de la familia y de la propia profesional de los cuidados.
- El entorno: tener recursos de proximidad a través de la red vecinal, barrio, etc.
- Colaboración: entre todos los agentes implicados, desde la familia, a los profesionales, pasando por las administraciones locales y el sistema de salud.
De esta manera, la cooperativa está plenamente comprometida con la innovación, que ha permitido desarrollar soluciones centradas en la modernización del modelo de trabajo de los cuidados y la digitalización de la atención 24/7. Esta apuesta por la innovación se visualiza en la creación del Social Digital Lab, un Living Lab de innovación social desde donde se dinamiza el ecosistema para la transformación de la atención a las personas.
Para Victoria Galván, "los servicios de atención domiciliaria deben dejar de pensar en término de horas como unidad de medida. Hay que hablar de soluciones a las necesidades concretas de cada persona mayor dependiente. Este nuevo modelo de SAD, tanto público como privado, debe poder integrar los sectores social y sanitario, ofreciendo una visión completa de la persona atendida y con unas condiciones de trabajo dignas para todas las profesionales implicadas".
La formación como motor del cambio de modelo
Una herramienta imprescindible para poder hacer frente a los retos es la formación. En el año 2023, Suara realizó 71.334 horas de formación, de las cuales más de 54.000 fueron dirigidas a trabajadoras del SAD. La inversión realizada en formación supera los 310.000 euros por parte de la cooperativa y permite profundizar en temáticas claves para las profesionales como la salud mental, cuidado personal y emocional, técnicas de movilización, etc.
SOBRE SUARA COOPERATIVA
Suara es la empresa cooperativa de iniciativa social y sin ánimo de lucro referente en Cataluña en la prestación de servicios de atención a las personas con más 40 años de experiencia acumulada e integrada por más de 5.300 profesionales (89% mujeres) y más de 1.600 personas socias de trabajo. Atienden a más de 49.200 personas al año a través de casi 300 servicios y proyectos que dan respuesta a la totalidad del ciclo vital de la persona: desde la atención a la infancia (con guarderías, centros de acogida a menores...), familias, personas vulnerables en riesgo de exclusión social, hasta servicios dirigidos a las personas mayores (centros residenciales, atención domiciliaria...).
Su misión es transformar el entorno social, mejorando la realidad de las personas mediante servicios de calidad arraigados en el territorio, que promuevan el bienestar y crecimiento de las personas, tanto atendidas como profesionales, desde un proyecto empresarial cooperativo
Fuente: NdP Suara Cooperativa Suara Cooperativa