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El nuevo acuerdo marco de la Administración, el Libro Verde del envejecimiento y las ODS de Agenda 2030

Por Inmaculada Cerejido
jueves 04 de marzo de 2021, 07:00h

Durante este último año las empresas que ofrecen servicios de atención a la dependencia se han visto muy expuestas a las opiniones de expertos y no tan expertos. Lo cierto es que la opinión pública ha generado una imagen de “mal hacer” que no siempre es correspondida con la realidad del sector. Todo momento de convulsión trae consigo una oportunidad y quizás esa sea la parte más positiva que deja el duro año vivido. La pandemia ha acelerado la reflexión sobre el modelo de atención a los mayores. Ha impulsado un trabajo de modernización y adecuación a las nuevas demandas que ya estaba en marcha.

En pocos años este sector ocupará a un importante número de profesionales y atenderá a una gran parte de la población. El abordaje de la atención al mayor es un reto en sus tres vertientes: por volumen de mayores a atender, por los recursos que serán necesarios y por el modelo asistencial que deberemos aplicar frente a clientes que han cambiado su perspectiva, sus requerimientos y esperan vivir experiencias distintas a las que actualmente nos aporta el modelo vigente.

Estas reflexiones no son exclusivas de España; también de las instituciones europeas, desde la Red Europea sobre el Envejecimiento (EAN), donde se agrupa a más de 10.000 proveedores de cuidados en todo el continente europeo, estando presente en 27 países. Está trabajando para ofrecer una visión que ayude a definir nuevos modelos de cuidado del mayor, estableciendo líneas de reflexión para ir generando los cambios necesarios en la atención al mayor dentro de la Aagenda 2030.

En este marco, se presenta el pasado enero el Libro Verde del Envejecimiento, cuyo objetivo es reflexionar sobre las opciones para anticiparse y responder a los desafíos que plantea la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Envejecimiento Saludable. Se trata de generar un marco de trabajo que regule la actividad empresarial de atención a la dependencia, definir los servicios que serán necesarios y las expectativas que los receptores de estos servicios van a depositar en las empresas proveedoras.

La atención a la vejez tiene un elemento central, su viabilidad, y, por tanto, la financiación de estos servicios mediante las pensiones, las prestaciones de vejez, la protección social, los conciertos con las administraciones y las iniciativas privadas a las que se podrá acceder de forma privada o mediante soluciones de copago. En definitiva, serán necesarias mayores inversiones y soluciones profesionales más sostenibles.

La responsabilidad de atención al mayor deberá ser compartida por las Administraciones y la iniciativa privada. Además de educar e instaurar en la sociedad un modo de vivir que garantice una menor velocidad de deterioro en la vejez, y por tanto unos niveles de dependencia menores. Necesitamos impulsar cambios normativos y comportamentales que garanticen la posibilidad de una vida activa lo más larga posible y el mantenimiento del estado integral de salud durante el mayor número de años posible. El futuro, no tan lejano, nos depara jubilaciones parciales, entornos laborales más flexibles, tecnologías que hagan posible un envejecimiento autónomo, espacios de cohousing, impulsar servicios que convienen soluciones residenciales, con centros de día y SAD, intercambios entre personas jóvenes y mayores, integrar al mayor dependiente en su entorno... Se abre un mercado lleno de nuevas oportunidades, donde la creatividad y la responsabilidad de empresas, Administraciones y personas deberán caminar juntas.

Los modelos tradicionales de atención al mayor requieren de una reflexión; la atención a la dependencia comienza antes de que la dependencia inhabilite. Los centros residenciales deberán ser dotados con soluciones tecnológicas que ayuden a ofrecer servicios de máxima calidad. Y, efectivamente, serán necesarias mayores inversiones. Esta semana se nos anunciaba un marco de trabajo para los centros residenciales, en el que la Consejería de Políticas Sociales, Familias, Igualdad y Natalidad lanza un nuevo acuerdo marco con un 37% de incremento en la dotación económica para atender a los mayores en los centros residenciales. Es un impulso a la calidad y profesionalidad del sector.

La atención a la dependencia, no son sólo las residencias. La Teleasistencia, los servicios SAD, los centros de día y las residencias son los cuatro pilares de la atención al mayor. Actualmente las residencias han copado la atención, generando una imagen contrapuesta entre los servicios. Los cuatro pilares de atención contribuyen a un envejecimiento de mayor calidad y ninguno de ellos tienen menor relevancia que otro. Son servicios complementarios y no pueden entenderse de manera independiente

El sector de la dependencia tiene por delante un gran reto de cambio y modernización, necesita de Administraciones Públicas dispuestas a empujar para que las empresas puedan avanzar en la dirección que los nuevos tiempos requieren.

Instalados ya en el circulo virtuoso, muchas empresas son ya pioneras en modelos asistenciales sostenibles y éticos.

Inmaculada Cerejido

Directora General AMADE

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